Un funcionario de 3.500 años
El investigador lleva el proyecto de Djehuty, un egipcio de la época de Hatshepsut
En el despacho del egiptólogo madrileño José Manuel Galán hay pocos recuerdos de sus viajes por Egipto: dos latas de cerveza, una botella llena de arena rotulada en árabe y alguna figurita. Su cubículo está repleto de libros, documentos, cuadernos y fotografías de sus excavaciones en Dra Abu el-Naga, una de las necrópolis de la antigua Tebas, en la región de Luxor.
Hace una década, Galán y un equipo de investigadores, la mayoría españoles, comenzaron un proyecto para excavar la tumba de Djehuty, un alto funcionario que vivió hace unos 3.500 años en Egipto, durante el reinado de Hatshepsut. Hallaron momias, sarcófagos, una tabla con escritura jeroglífica, ofrendas florales, joyas de oro y piezas de cerámica. Los documentos sobre esos hallazgos se multiplican en el despacho de Galán -y en los de su equipo- por una sencilla razón: el trabajo más importante no consiste en arrancarle a la arena las piezas del antiguo Egipto, sino entender su significado, calibrar su valor, fechar con la mayor precisión posible los objetos y documentar todo. Una tarea que se ha hecho toda desde Madrid. No con las piezas y objetos originales, que se quedan en Egipto, sino con esas montañas de papeles, apuntes y fotografías que se trajeron a casa. "En realidad, la excavación dura seis semanas, el resto del año es estudiar todo lo que hemos encontrado", dice Galán, nacido en Madrid en 1963, que se doctoró en Egiptología en la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos. Sus maestros fueron Hans Goedicke y Betsy Bryan, autoridades reconocidas en el mundo en la materia.
"Nuestro trabajo es como armar una escena del crimen", dice Galán
A inicios del 2012, el equipo retomará las excavaciones en la antigua Tebas
"La excavación dura seis semanas, el resto del año es estudiar", asegura
El egiptólogo del CSIC ha encontrado tumbas de 3.000 años de antigüedad
El trabajo de un arqueólogo en la actualidad tiene poco del encanto con el que aparece en los filmes de Indiana Jones. Requiere más del trabajo de gabinete del científico y de la paciencia del detective para armar el rompecabezas con las piezas que levantan. "Unos tienen la imagen de los arqueólogos como en las películas, como buscatesoros, pero el hallazgo lo puede hacer cualquiera. Los grandes hallazgos han sido todos fortuitos", dice el investigador miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Nuestro trabajo es como armar una escena del crimen: si hay un texto, traducirlo; los objetos hay que entenderlos, buscar paralelos y preparar una publicación científica", agrega.
El equipo del proyecto Djehuty ha estado a cargo de la excavación, restauración y, lo más importante, la publicación en revistas científicas de hallazgos como el enterramiento de Iqer, una momia a cuyo costado aparecieron flechas y arcos; la Dama Blanca, un enterramiento de 3.000 años de antigüedad; y la Tabla del Aprendiz, una tablilla de madera en donde aparecen jeroglíficos, un pequeño pizarrín de escriba en el que puede verse la mano del maestro y el alumno que perteneció al propio Djehuty. Todos son materiales que han salido del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC donde el egiptólogo madrileño y un equipo multidisciplinar de investigadores tienen sus despachos y materiales para la publicación.
El uso de tecnologías en fotografía y vídeo digitales ha permitido al equipo trabajar desde Madrid como si estuvieran en la excavación. Han logrado armar un Egipto digital apoyados por mapas virtuales de la zona y ahora, el uso de la ortofotografía, una especie de fotografía digital que se realiza con una cámara sofisticada y de alta resolución que permite trabajar con las imágenes como si se estuviera frente al objeto físico. "Hace 10 años llevamos como algo exótico una cámara digital (el resto eran analógicas), ahora son parte de nuestras herramientas", dice Galán, que ha publicado libros como El imperio egipcio: Inscripciones.
El buen ambiente creado entre los investigadores del proyecto ha permitido integrar a un equipo variado en el que conviven desde arqueólogos e historiadores hasta geólogos y restauradores. "Lo bueno del proyecto es lo completo que es el equipo. El geólogo sabe de mi trabajo, yo sé del suyo. Todos nos comunicamos", dice Pía Rodríguez, restauradora.
Esta semana, el proyecto Djehuty anunció sus más recientes hallazgos: unos 80 ushebtis, unas pequeñas figurillas funerarias de unos 3.000 años de antigüedad y el avance de la excavación del pozo funerario de Hery, ubicado en la misma zona, y que se antoja prometedor porque podría contener el enterramiento y el ajuar del propietario. Esto ha sido el resultado de la campaña de excavación que realizaron en enero y febrero, y que tuvieron que suspender por el estallido de las revueltas en Egipto, que no tuvo más consecuencias para los investigadores.
El equipo ya contempla la próxima campaña para inicios de 2012, pero mientras llega esa fecha ya trabajan desde casa con sus apuntes, documentos, fotografías, vídeos...
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