Un cóctel escénico de bajo coste

Encajes de bolillos ha tenido que hacer el dramaturgo Albert Boadella para presentar un programa escénico en los Teatros del Canal con un 20% menos de presupuesto -un total de tres millones de euros-, y con el objetivo de al menos mantener esos 181.000 espectadores que visitaron sus salas la temporada pasada.

"Es muy complicado contentar a los ciudadanos y ajustarse al presupuesto", dice. Pero si lo que se pretende es atraer al público, nada como invitar a un buen cóctel. Un político, Ignacio González (vicepresidente de la Comunidad), un artista, el propio Boadella, y un barman, Carlos Moreno, presentaron ayer en la Sala Verde de los Teatros del Canal la nueva programación para la próxima temporada.

"Los artistas, al igual que los bármanes, fabricamos placer", dice Boadella

El presupuesto de los Teatros del Canal cae un 20% la próxima temporada

A la ya habitual coctelera escénica de los Teatros del Canal, con teatro, música, danza, cine... se añaden dos nuevos géneros: el cabaré y el cómic.

Los escenarios del Canal acogen Forever crazy, un homenaje a Alain Bernardin, fundador del cabaré más prestigioso del mundo. El grupo Le Crazy Horse Paris, que nunca había salido de gira en sus 60 años de historia, ofrece 90 minutos de picardía y sensualidad ejecutados por 10 atrevidas intérpretes, vestidas por firmas de diseñadores como Paco Rabanne o Karl Lagerfeld, entre otros. Otra novedad la trae el transformista Ennio Marchetto, que homenajea al mundo del cómic en ¡Qué desastre de función! Este italiano revolucionó el mundo del transformismo con sus interpretaciones de grandes iconos populares.

Las dos salas del Canal acogerán desde el próximo mes de septiembre y hasta junio de 2012 más de ochenta montajes. Un popurrí artístico, a pesar del recorte en el presupuesto.

En su empeño por mantener el nivel de acogida conseguido en los últimos tres años (400.000 espectadores desde 2008), Boadella justificó la ausencia de dramaturgos españoles contemporáneos con una frase lapidaria: "No atraen al suficiente público". Además, considera que los dramaturgos actuales utilizan las obras del pasado porque autores como Calderón siguen despertando "interés contemporáneo".

Con esa idea como base de la programación, el combinado de Boadella incluye desde teatro clásico (Los intereses creados, de Jacinto Benavente, o La Regenta, de Leopoldo Alas Clarín), pasando por la danza (Samsara, coreografía de Víctor Ullate, El lago de los cisnes del Ballet Nacional de Cuba), la lírica (el musical Amadeu, gran éxito de la temporada pasada, o la opereta de Candide), el teatro familiar con las representaciones del Teatro Negro Nacional de Praga (Alicia en el país de las maravillas), entre otras muchas actuaciones.

Boadella destacó la "espectacular coreografía" de Jean-Christophe Maillot, director de la compañía monegasca, Les Ballets de Monte Carlo, que actuarán con su obra Le Songe (El sueño) en enero de 2012. El cóctel adecuado para referirse a este "arte primitivo", tal y como lo define Boadella, no es otro que un daiquiri de melón con sirope de plátano. Rápidamente el alquimista le ofrece a sus compañeros de escena el suculento licor. Por sus caras, ambos quedan satisfechos.

Los Teatros del Canal han participado en la producción de La Regenta, una adaptación de la obra de Leopoldo Alas Clarín que dirige Marina Bollaín y que se estrenará en primavera. En la misma, Ana Ozores se sienta en un plató de televisión donde su mayor confidente, Fermín, no duda en ventilar sus escarceos amorosos. Con esta obra Bollaín se pregunta: "¿Qué queda de la sociedad cruel de Clarín en estos tiempos?". La obsesión del director artístico ha sido "establecer una programación que guste a todos los madrileños", porque este teatro es un "espacio sostenido con dinero público". Por eso la mezcla de estilos. Carlos sigue batiendo el vodka, el zumo de arándanos y la hierbabuena. "Los artistas, al igual que los bármanes, fabricamos placer".