El inversor no ve una salida a la crisis en menos de dos años

La crisis financiera estalló en 2007 en Estados Unidos y paulatinamente, como si de fichas de dominó se tratase, fue contagiándose a la economía real en todo el mundo. Son ya cinco años de sobresaltos. En España los efectos de la recesión llegaron más tarde y la salida de la misma también está costando más. Los españoles siguen sin ver demasiados síntomas de mejoría. De hecho, el 70,8% de los ahorradores cree que la salida de la crisis tardará aún dos o más años, según la última oleada -correspondiente al periodo abril-junio- de la Encuesta de Confianza del Inversor en España elaborada por JPMorgan Asset Management. Hace un año, el número de personas que situaban el fin de la crisis a dos años vista era solo el 53% del total.

Solo el 13% aspira a lograr la máxima rentabilidad con sus inversiones

El 92,4% de los encuestados tiene un depósito. Este porcentaje es el máximo desde que se hace la encuesta en España. Aumenta el número de personas que tiene un plan de pensiones (pasa del 18,8% al 20,2%), también los partícipes en un fondo de inversión así como los inversores en renta fija.

La evolución de los tipos de interés y del euríbor ya no es el primer factor que tienen en cuenta los españoles a la hora de gestionar su dinero y su puesto ha sido ocupado por la evolución de la crisis económica. También es significativo el creciente peso en las decisiones de inversión las ofertas de las entidades financieras (el 17,4% de los ahorradores asegura que se guía por lo que le dicen en su banco o caja frente al 11,7% de hace un año).

A la pregunta de cómo creen que evolucionará la Bolsa en los próximos seis meses, el 28,8% se muestra pesimista (piensan que es probable o muy probable) que el mercado baje, mientras el 20,8% es optimista (ven como probable o muy probable) subidas en los índices. Frente a la oleada anterior, el grupo que más aumenta es el que piensa que la Bolsa se mantendrá igual: representan el 50,3% frente al 46,2% del primer trimestre del año.

Los inversores que esperan subidas en la renta variable durante los próximos seis meses ven al mercado europeo como el de mayor potencial (el 23,1% opinan que será el que más subirá), seguido por las Bolsas asiáticas (20,5%) y de las acciones españolas (19,2%). El terremoto y posterior crisis nuclear en Japón han provocado que su Bolsa sea vista como la menos atractiva por los inversores.

Esta percepción acerca de la evolución bursátil en el semestre provoca que el índice de confianza del inversor continúe en terreno negativo por sexto trimestre consecutivo. En concreto, el indicador se sitúa en -0,99 puntos. Es un nivel ligeramente mejor que el del periodo enero-marzo (-1,35 puntos), pero hay que tener en cuenta que el dato aislado del mes de junio experimentó una notable caída como consecuencia del rebrote de la crisis de deuda soberana en Grecia y su impacto en los mercados.

¿Cuáles son los productos en los que invertirán los españoles a corto y medio plazo? El depósito sigue siendo el rey. El 76,1% de los encuestados asegura que adquirirá un depósito. En la oleada anterior solo el 63,7% de los encuestados tenían pensado adquirir un producto de pasivo. En medio del debate acerca de la sostenibilidad del sistema público de pensiones también llama la atención el notable repunte de los inversores que se plantean adquirir próximamente un plan de pensiones privado (suponen el 15% del total frente al 10,8% del trimestre anterior).

En un contexto de inflación al alza y subidas en los tipos de interés es también significativa la caída del número de personas que no piensan invertir en ningún producto (baja del 24,7% al 14,%). Es decir, parece que la gente está dispuesta más que nunca a invertir -para no perder poder adquisitivo-, pero también de la forma más conservadora posible.

Este conservadurismo también se nota cuanto se pregunta a los ahorradores qué es lo que más valoran a la hora de invertir. El 49,7% dice que su prioridad es "no perder dinero"; el 37,1% reconoce que están dispuestos a sacrificar parte de rentabilidad a cambio de "cierta seguridad"; mientras que solo el 13,1% aspira a lograr la "máxima rentabilidad". -