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Feijóo desautoriza a Hernández y promete mantener el gasto social

Farjas incluye cuatro fármacos en el catálogo que ahorran 10 millones al mes

En un foro junto a empresarios de la construcción, el conselleiro de infraestructuras, Agustín Hernández, reclamó el pasado lunes "una reformulación del gasto público sin apriorismos porque el primer gasto social es la inversión productiva". Y reivindicó una reflexión a todos los Gobiernos "porque es el momento de hacer esfuerzos en todos los ámbitos, también en el social y en el Estado de bienestar para garantizar la sostenibilidad del sistema".

El que reflexionó ayer, en voz alta, a preguntas de los periodistas, fue el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Y lo hizo para desautorizar a Hernández en su comparecencia posterior al Consello de la Xunta. Evidenció que sus prioridades son exactamente las contrarias. "Comprendo que pida más presupuesto para su departamento, cada conselleiro quiere presupuesto para sus áreas porque las considera fundamentales y de verdad que las infraestructuras tienen un peso importantísimo en la economía productiva. Al presidente le gustaría que todas las consellerías tuviesen más presupuesto. Las prioridades de la política económica están marcadas: son mantener la sostenibilidad de los servicios públicos esenciales y la segunda prioridad, ayudar dentro del presupuesto restantes a las políticas activas y de recuperación económica". Incidió en que los actuales presupuestos dedican "tres de cada cuatro euros, para gasto social".

La Xunta calcula un ahorro de un millón al mes con las cuatro medicinas
Una nueva ley de vivienda buscará salida a 32.000 pisos vacíos

"Y así seguirá", anunció como anticipo de las cuentas que tendrá que diseñar tras el verano. Luego aludió a la deuda que le reclama al Gobierno central, de 805 millones de euros, para sostener que si se transfiriesen habría más dinero para infraestructuras.

Antes, se había empleado en anunciar el ahorro de un millón de euros mensuales que supondrá, según cálculos de la Xunta, los cuatro medicamentos que se adhieren al catálogo, una vez que el Tribunal Constitucional ha decidido levantar la suspensión. A partir de ahora la Xunta solo financiará los protectores estomacales, los fármacos contra la hipertensión y el antivertíginoso más baratos. La decisión se adoptó en la reunión semanal de Gobierno que también sirvió a la conselleira de Sanidad para hacer balance de la medida. De acuerdo con sus cuentas, el Gobierno gallego ahorró 50 millones de euros hasta mayo y el uso de genéricos se duplicó desde el 14% hasta el 30% en los dos primeros meses y cayó al 28% cuando el Gobierno central recurrió el catálogo en los tribunales.

El argumento le sirvió para cargar contra el Ejecutivo de Zapatero y su ministra de Sanidad, Leire Pajín, de quien dijo que nunca le oyó hablar de la viabilidad del sistema. Advirtió de que reclamará la próxima semana en una pieza separada del Consejo de Política Fiscal y Financiera sobre cómo mantener el sistema nacional de salud y empezar a pagar los 15.000 millones de euros que se deben. "Espero que no vayamos de vacaciones los políticos sin arreglar los problemas de los ciudadanos", advirtió.

El Consello de la Xunta dio también para aprobar el anteproyecto de ley de vivienda, que Feijóo solo explicó muy por encima, a la espera de que Hernández ofrezca los detalles la próxima semana. Sí avanzó que tratará de buscar una solución para las 32.000 viviendas vacías que los promotores no logran vender y que piensa hacerlo buscando la colaboración de las instituciones financieras, de los propios constructores, la Xunta y los ayuntamientos. Explicó que se fijará un precio máximo para esos pisos. Que habrá viviendas de protección oficial que saldrán de los planes de rehabilitación, porque no todo va a ser construir, y que buscará fórmulas para facilitar la compra a familias numerosas, jóvenes y colectivos desfavorecidos. Según el presidente, será el contrapunto a las medidas del Gobierno central.

"Pido a la ciudadanía máxima presión contra los incendiarios"

El argumento lo utilizaron varios Gobiernos de Fraga, el bipartito de Touriño y ahora también el que preside Alberto Núñez Feijóo. Cada vez que se ha desata una oleada de fuegos en Galicia, el partido en el poder lanza llamadas de auxilio a la sociedad cívil, pide la colaboración ciudadana y desliza la idea de que es una mano negra la que prende fuego a los montes.

El presidente gallego eludió ayer hablar de tramas, como sí hicieron distintos cargos del fraguismo desde la década de los noventa y repitieron hasta la saciedad representantes de PSOE y Bloque cuando la coalición mandó en la Xunta. Las prolijas investigaciones de la fiscalía y la Guardia Civil que han analizado el fenómeno en los últimos años, prácticamente fuego a fuego, descartan la existencia de bandas criminales dedicadas a quemar los bosques. Y lo más que han apuntado es un perfil de pirómano: persona inadaptada y asocial, muchas veces con problemas psicológicos o de alcoholismo y reincidente, al que el ministerio público recomienda encarcelar durante los períodos de mayor riesgo.

Feijoó sabe de esos informes elaborados por expertos y por eso ayer se limitó a decir sobre el pasado fin de semana: "Doscientos incendios en 72 horas no suceden por causas naturales. Acreditan que hay una actividad incendiaria extrema. Las causas le corresponde determinarlas a las Fuerzas de Seguridad del Estado". Y al presidente le gustaría que otros cuerpos se lo tomasen igual de en serio que la policía autonómica, según se encargó de deslizar ayer. Agradeció, no obstante, la presencia del Ejército y los medios del Gobierno central en Galicia y se prestó a lanzar exhortos a la ciudadanía tan ricos en dramatismo como habituales cada verano: "Con temperaturas extremas y viento de nordés, solicitamos la colaboración de la sociedad civil". "Hago un llamamiento a la ciudadanía por la prevención y la máxima presión ante los incendiarios". "Pagarán todas y cada una de las actuaciones que cometen, no perdonaremos nunca el atentado contra los bosques gallegos".

Preguntado sobre por qué, en este contexto, Medio Rural no ha optado por desplegar ya el operativo completo antiincendios, el presidente subrayó que el dispositivo está ahora más avanzado que otros años. "Los medios tienen un plazo y hemos empezado antes que otras campañas, seguiremos el calendario habitual", dijo, al tiempo que reiteró sus llamadas a la presión sobre los pirómanos y para extremar las medidas de prevención.

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