"La lucha armada ya no procede"

Garikoitz Aspiazu, Txeroki, jefe militar de ETA de 2003 a 2008 y uno de los más sanguinarios terroristas, ha abandonado la línea dura: "La lucha armada ya no procede". Así se expresa en sus conversaciones en la prisión de Navalcarnero, donde permanece encarcelado desde que llegó a España, el 30 de mayo, procedente de Francia para ser juzgado. Txeroki, que ordenó el atentado de la T-4 en Barajas que puso fin al proceso de paz de 2006, mantiene ahora una visión bien distinta de la que defendió durante años a sangre y plomo: "Lo mismo que hemos estado 50 años con la estrategia de la lucha armada, ahora toca cambiar de estrategia, quizá por otros 50 años", afirma en las conversaciones a las que ha tenido acceso EL PAÍS.

Antes de este cambio, Txeroki basó su ascenso en ETA en la constante apuesta por la violencia (el primer asesinato que se le atribuye fue el del juez José María Lidón en 2001) convirtiéndose en el líder del sector más duro, enfrentado dentro de la organización a quienes querían proseguir con el diálogo y con la mayoría de la izquierda abertzale que apostaba por la renuncia a la violencia.