_
_
_
_
_
Entrevista:

"Lo primero que haré es limpiar y devolver la dignidad a Orihuela"

El alcalde Guillén, de Los Verdes, señala que se acabó el 'factótum Fenoll'

Monserrate Guillén (Orihuela, 1956), de Los Verdes, se convirtió el sábado en la sorpresa de la jornada de constitución de los Ayuntamientos. Pese a encabezar la lista menos votada, fue elegido alcalde un Ayuntamiento de la envergadura y calado político-judicial como Orihuela, merced al apoyo del PSPV y Centro Liberal Renovador (CLR)-Claro. El regidor comparte la condición de alcalde verde en Alicante con su colega de Villena, Javier Esquembre. "Somos una opción progresista, Nos preocupa la tierra, pero también las personas", comenta.

Guillén ha cogido la vara de mando en uno de los feudos históricos del PP, cuyos alcaldes [Luis Fernando Cartagena, José Manuel Medina y Mónica Lorente] han jalonado 25 años de gestión con sucesivos presuntos episodios de corrupción, y todos con un nexo común, según la investigación judicial: la connivencia entre el industrial Ángel Fenoll y el PP local.

"Una vez aireadas todas las alfombras nuestro objetivo será crear empleo"
"Por supuesto que revisaremos la contrata del servicio de basura"
Más información
El Gobierno de Orihuela, al borde de la dimisión

El primer edil no vacila ante la prioridad del tripartito y el trato que deparará a Fenoll: "Lo primero que haré es limpiar y devolver la dignidad a Orihuela, como exigen los vecinos", asevera.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

"Fenoll ha sido todo un factótum. Ha dominado la vida política oriolana, como refleja la investigación judicial. Pero se ha acabado. Totalmente", añade.

Guillén, consciente de que Orihuela es la génesis del caso Brugal, con el supuesto amaño de la contrata de basura, antepone estas máximas en su gestión: "Transparencia, participación ciudadana y honradez". "Y, Por supuesto, que vamos a replantearnos la contrata de la basura".

Pero el alcalde señala que no sólo revisaran la contrata de la basura sino el global del Ayuntamiento. "Una vez aireadas todas las alfombras municipales, el objetivo número uno será el fomento y la creación de empleo, pero contando con todos, empresarios, autónomos, e incluso la oposición del PP, si quiere", explica.

El alcalde justifica el retraso de los vecinos a reaccionar en las urnas a la antigua y larga sombra de corrupción que cubría el Ayuntamiento a "que las costumbres a veces, se hacen leyes. Y Orihuela en este sentido siempre ha sido muy conservadora", precisa. "Y sobre todo a las presiones del PP sobre la ciudadanía en todos los niveles, con amenazas sobre que perderían el empleo o no tendrían tal o cual licencia. Al final la gente ha explotado y ha apostado por el cambio, u Orihuela se quedaba atrás".

Guillén se incorporó a la política en las filas de Los Verdes en 2003. Entonces la formación logró un concejal. En 2007 ampliaron la representación a tres ediles, cuota que revalidó el 22 de mayo. La noche de ese día tuvo claro que sueño de ser alcalde de Orihuela era casi quimérico. Por delante de Los Verdes estaban el CLR-Claro con cuatro ediles, el PSPV, con seis y el PP, con 12, pero ya sin mayoría absoluta. "Nunca pensé ni me postulé para alcalde, al día siguiente de las elecciones dijimos que no pondríamos ninguna condición para que los otros dos grupos (PSPV y CLR-Claro) se entendieran y, lógicamente acceder a la alcaldía. El resultado final es otra circunstancia".

¿Por qué el alcalde es Guillén, y no la candidata del PSPV, Antonia Moreno, o el número uno del CLR-Claro, Pedro Mancebo? El regidor lo justifica así: "Cuando encima de la mesa se ponen unas opciones y no son aceptadas, legítimamente, ni por Moreno ni por Mancebo, entonces se ponen otras, que si fueron aceptadas. Y ambos han renunciado a mucho, el PSVP como grupo más votado, y el CLR-Claro por auge".

Guillén está convencido de que el tripartito no será flor de una día y que no surge para desalojar al PP. "Vamos a formar un gobierno para cuatro años, sin duda". "La votación del CLR-Claro no fue para echar a Lorente. Eso es lo que le interesa decir a ella. Tras el 22 de mayo, y teniendo en cuenta la sociología de Orihuela, lo que pedían los ciudadanos a gritos era el cambio", argumenta. "El tripartito no se conforma para que una formación mayoritaria como el PP quede fuera de la alcaldía", concluye.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_