"La ciudadanía penalizó nuestro trabajo de gobierno"

El BNG, pese a la predisposición socialista a reeditar el pacto de gobierno de Vigo, optó por quedarse en la oposición. Los operarios municipales desmantelaban el jueves los equipos administrativos de la Tenencia de Alcaldía, que Santiago Domínguez desempeñó en el último mandato. Con su liderazgo abrumadoramente refrendado por las bases, en ese ambiente atendió a EL PAÍS.

Pregunta. ¿Por qué es mejor estar en la oposición que gobernando?

Respuesta. No se trata de dónde se esté mejor, sino de lo que dijo la ciudadanía el 22-M y lo que el BNG piensa que es mejor para la ciudad. En base a ello, decidimos que lo mejor para la ciudad es que gobierne la fuerza premiada por los electores.

"La gente votó por otros componentes que la gestión: aún no sabemos cuáles"

P. ¿ Con qué argumentos avalan esa decisión?

R. El BNG trabajó durante cuatro años para tener un gobierno estable y contribuir a transformar la ciudad desde las áreas en que tuvimos competencias. Pero la ciudadanía penalizó nuestro trabajo y nos abocó así a emprender otra etapa.

P. ¿Y por qué creen que penalizó al BNG?

R. Para averiguarlo tenemos abierto un proceso de reflexión y análisis, hemos de escuchar a los interlocutores que tuvimos estos cuatro años. Estamos muy orgullosos de nuestra gestión, pero está claro que hay otros componentes por los que la gente votó el 22-M y en los que el BNG falló: aún no sabemos cuáles son esos otros factores por los que se votó, ya que no solo fue por la gestión de cada quien.

P. ¿Pasar a la oposición representa un sacrificio?

R. No. No estábamos en el gobierno por tener mejores cosas, y no se trata de sacrificios, sino de que seguir trabajando. Desde la oposición también se ayuda a transformar esta ciudad. Queremos un gobierno que haga política de izquierdas y desde la oposición trabajaremos para eso, como hicimos desde el gobierno.

P. ¿Pero no se obtienen mayor presencia y réditos en el gobierno que en la oposición?

R. Si hiciéramos una oposición como la del PP en estos cuatro años, eso no tendría ningún rédito, como no los tuvo para el PP. Nosotros queremos incidir con nuestras ideas y propuestas a las políticas que creemos convenientes. El BNG quiere tener una presencia en la calle para trasladarla a las políticas del gobierno, y en ese sentido no la va a perder.

P. Todo el grupo municipal se pronunció contra el pacto: ¿tan mala fue la experiencia?

R. El grupo no hizo una reflexión distinta que la de la organización: en las asambleas somos unos militantes más que reflexionan conjuntamente. En el gobierno hubo motivos de sintonía y de discrepancia, pero esa no fue una razón para no pactar.

P. ¿A dónde se fueron los votos que perdió el BNG?

R. Una parte se abstuvo y otros se fueron a otras formaciones. Aún tenemos que analizarlo en profundidad. Los resultados de las mesas no dicen nada, son planos, los seis puntos que bajamos se repiten en todas.

P. ¿Los piropos de Caballero al BNG son cantos de sirena?

R. No. Él será alcalde gracias a nuestros votos y al trabajo que hicimos en el gobierno: es lógico que lo agradezca. Y tendrá siempre a su lado al BNG si hace políticas de izquierdas para enfrentar la crisis. En esa línea -empleo, protección social-, estamos desde el primer día en función de colaborar para que esta ciudad siga adelante.