Las exigencias de política nacional de UPyD complican los pactos en 26 municipios

En sus primeras elecciones locales, Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ha conseguido la llave del gobierno de 26 municipios españoles: 10 en Madrid -que suman una población de casi 600.000 habitantes-, seis en Castilla y León, cuatro en Andalucía, tres en Castilla-La Mancha, uno en Canarias, uno en Cantabria y uno en La Rioja. Rosa Díez, portavoz de UPyD, ya ha anunciado que esta formación no entrará en ningún gobierno, pero en las manos de sus concejales sí estará que esos Ayuntamientos sean gestionados por el PP o por el PSOE.

El criterio de UPyD para inclinar la balanza es en teoría muy concreto -solo apoyarán, ha dicho Díez una y mil veces, al partido que se comprometa a reformar la Ley Electoral y a devolver las competencias de educación a la Administración central-, pero resulta de lo más vago en su aplicación: ni una cosa ni la otra las puede decidir un alcalde o un presidente autonómico. De hecho, el responsable de Política Municipal del PSOE, Antonio Hernando, calificó ayer esas exigencias de "inasumibles", y el PP ni siquiera ha contestado. Así que, al final, la decisión tendrán que tomarla los cargos de UPyD en función de otras razones. "Tomaremos una decisión en cada Ayuntamiento", admitió Díez tras el 22-M.

El PP de Madrid ha exigido a Rosa Díez que "cumpla su palabra" y deje gobernar a "la lista más votada" como dijo en campaña, pero UPyD asegura que Díez jamás habló de apoyar a la lista más votada. "Lo que dijo es que respetaríamos la voluntad de los ciudadanos", señala una portavoz. Y la voluntad de los ciudadanos puede ser, por ejemplo, que gobierne el PP en Getafe (Madrid) por ser la lista más votada o que gobiernen PSOE e IU porque, juntos, suman más escaños.

Díez se reunió ayer con los 64 ediles y ocho diputados de UPyD en la Comunidad de Madrid, y el sábado lo hará con los del resto de España. En principio, la cita es solo para consensuar la primera iniciativa -previsiblemente sobre transparencia y austeridad en las Administraciones- que todos ellos presentarán a la vez en los Ayuntamientos, pero el dilema de los pactos está presente.