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El PSOE se propone diseñar una "nueva etapa" para afrontar el 2012

La ejecutiva reclama al Gobierno el pago de "saldos pendientes" a la Junta

Lourdes Lucio

Diez meses es el tiempo que dispone el PSOE andaluz, si no hay adelanto electoral, para reparar los enormes desconchones ocasionados por la incontestable derrota electoral del 22-M. Los socialistas andaluces aún no han analizado al detalle los motivos de esta debacle más allá de culpar casi en exclusiva a la crisis económica y al paro del desafecto de su electorado. No han tenido tiempo, según afirman varios dirigentes, ya que tras la derrota el PSOE se metió de lleno en el torbellino de un comité federal que se saldó con la elección de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato a la presidencia del Gobierno.

No hay, pues, una hoja de ruta diseñada, aunque sí la determinación de abrir "una nueva etapa en el que hay que perfilar el nuevo proyecto" de la ejecutiva federal y de la dirección regional "para afrontar las elecciones de 2012", aseguró ayer el portavoz parlamentario y secretario general del PSOE de Huelva, Mario Jiménez.

Todos los cargos orgánicos han sido citados a la reunión con Rubalcaba

Para iniciar lo que la secretaria de Organización, Susana Díaz, llama "la remontada", los socialistas andaluces van a reclamar los "saldos presupuestarios" aún pendientes entre los Gobiernos central y andaluz, que desde Andalucía se entiende que beneficia a la cuenta de resultados de la Junta. Desde la Consejería de Hacienda se evitó ayer cuantificar una cifra ni tampoco poner apellidos a las partidas con las que hacer caja.

En cualquier caso, no parece ni que la crisis ni el paro se vayan a resolver con una varita mágica en los diez meses que restan para las elecciones. El Gobierno de José Antonio Griñán intentará aprovechar el debate de la comunidad que se celebrará a finales del mes de junio para tomar oxígeno. Por el momento no ha habido una puesta en común del núcleo de dirigentes más cercano a Griñán, aunque antes de la derrota electoral se trabajaba con la previsión de que, al menos en el cómputo total de votos, el PSOE superaría aunque fuera por poco al PP de Javier Arenas. Desbaratada esta previsión -los populares sacaron a los socialistas 290.000 votos de ventaja en la comunidad- el margen del Ejecutivo andaluz para hacer innovaciones es más bien estrecho, aunque en política la puerta de los golpes de efecto siempre está abierta.

Un mes más tarde se celebrará la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) donde la inmensa mayoría de los representantes autonómicos que se sentarán con la vicepresidenta económica, Elena Salgado, responderán a la disciplina del Partido Popular, que dispondrá en los próximos cuatro años de un inmenso poder institucional.

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Rubalcaba iniciará mañana en Sevilla su gira por las federaciones socialistas. Todos los cargos orgánicos del PSOE andaluz, diputados y senadores han sido citados a una reunión en la que está previsto abrir un coloquio con el vicepresidente primero. Se encontrará, como en otros sitios, a un partido deprimido en el que a partir de dos semanas, cuando se constituyan los nuevos Ayuntamientos, centenares de concejales habrán perdido, como poco, sus actas. Tras el comité federal se ha impuesto el discurso de la unidad en el PSOE, aunque se desconoce su duración. Preguntado expresamente por el PSOE andaluz, Rubalcaba dijo ayer no ha tenido "ninguna duda" del apoyo de los socialistas andaluces.

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