Un mazazo para la huerta

La acusación directa y sin contrastar de que los pepinos españoles llevaron la bacteria E. coli a Alemania ha ocasionado un gran daño al sector hortofrutícola andaluz, que exporta a este país el 36% de su producción. A primera hora de la mañana de ayer, el país germano se cerró a la importación de cualquier fruta y hortaliza procedente de Almería o Málaga. La exportadora malagueña Frunet Bio, una de las señaladas como causante de este brote infeccioso, defiende que sus pepinos no están contaminados por la bacteria intestinal. "No hay ningún organismo público, ni alemán ni español, que n...

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La acusación directa y sin contrastar de que los pepinos españoles llevaron la bacteria E. coli a Alemania ha ocasionado un gran daño al sector hortofrutícola andaluz, que exporta a este país el 36% de su producción. A primera hora de la mañana de ayer, el país germano se cerró a la importación de cualquier fruta y hortaliza procedente de Almería o Málaga. La exportadora malagueña Frunet Bio, una de las señaladas como causante de este brote infeccioso, defiende que sus pepinos no están contaminados por la bacteria intestinal. "No hay ningún organismo público, ni alemán ni español, que nos haya comunicado oficialmente que estén contaminados", aseguró Javier López, miembro del departamento comercial. A pesar de ello, en los dos últimos días les han cancelado todos los pedidos de Alemania, Suecia y Dinamarca.

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Alemania sospecha de un envío de 900 kilos de pepinos que salió de sus almacenes el 12 de mayo. Según la empresa, cuatro días después, el comprador les avisó con un correo electrónico de que la mercancía se les había caído al suelo en el mercado de Hamburgo y que intentarían salvar parte "bajo su responsabilidad". "Lo tenemos por escrito. Cuando esto ocurre no se puede garantizar la custodia del producto alimentario", explica el portavoz de Frunet Bio.

SAT Costa de Almería, también implicada, explicó que su venta se hizo siguiendo las normas de comercio internacional, por lo que "desde el momento de la carga" no controlaron las operaciones tanto del cliente como en destino. La empresa, radicada en Roquetas de Mar (Almería), tenía problemas para identificar la partida exacta, según la Junta de Andalucía.

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