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Tentaciones
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Reportaje:TECNOLOGÍA

La revancha de un joven cerebrito

Es poquita cosa. Menudo, enjuto e insultantemente joven. Cuesta creer que detrás de su cara de sabiondo se esconda un emprendedor con cuatro millones de dólares de presupuesto en el bolsillo. Pero así es Brian Wong. Una caja de sorpresas.

Este visionario de 20 años es el creador de Kiip, una empresa de publicidad para videojuegos. Funciona en teléfonos móviles. Su estrategia es sencilla. Regala cupones canjeables durante el juego. ¿Nivel 10 superado? Aquí tiene un rímel de Sephora gratis. ¿Veinte marcianitos muertos? Disfrute de un refresco de Coca-Cola. ¿Rompecabezas resuelto? Venga a recoger una bolsa de patatas fritas. Por ahora, el sistema funciona para 15 juegos y solo en Estados Unidos. Los hay de estrategia, aventura, rompecabezas...

Es el emprendedor más joven en recaudar cuatro millones de dólares

Brian Wong visitó España la semana pasada. Estuvo presentando Kiip en el encuentro Bilbao Web Summit. "Lo lanzaremos en Europa a finales de este año y más adelante en Asia", anuncia.

Google y Apple, reyes de los anuncios para móvil, temblad. En pocos meses, este chico ha fundado una empresa en San Francisco de 12 personas (algunas de Electronic Arts) y ha convencido a anunciantes de la talla de Sephora y Coca-Cola para que usen su sistema. También ha recaudado cuatro millones de dólares. Wong es el emprendedor más joven de la historia en recaudar tanto dinero. Y lo más importante: su sistema de recompensa publicitaria podría aplicarse en otros sectores. Como en el periodismo. "Si un internauta comparte 15 veces una noticia, se le podría premiar con un anuncio-cupón. Hay muchas posibilidades...", propone.

Kiip levanta cejas. Pero no tantas como la biografía de su fundador. Wong saltó cuatro cursos y se licenció en marketing con 18 años. A los pocos meses tenía oficina en Silicon Valley, el corazón tecnológico del planeta. "Cuando terminé la carrera, envié un puñado de e-mails a varios empresarios del valle. No buscaba empleo. Quería aprender de sus experiencias". Un correo llegó a las oficinas de Digg, el portal de noticias democrático (los internautas envían y votan noticias y el sitio las ordena). "Me ofrecieron trabajo. Acepté". De hecho, crearon un puesto específicamente para él como business developer. Pero Digg cayó, y con él, Wong. "Perdieron un 25% de tráfico y me echaron". Le gusta decir que es la mejor decisión que jamás haya tomado.

En vez de darse golpes contra la pared, el canadiense pensó. Hasta que se le encendió la bombillita. "Iba camino de Singapur. Muchos pasajeros jugaban con el iPad o el iPhone. Me percaté de lo populares que se habían vuelto los videojuegos en esa plataforma". No se equivocó.

El iPhone 4 entró en el Libro Guinness la semana pasada. Es el dispositivo de juegos que más rápidamente se ha vendido. El App Store también bate récords. Con 37.362, es la tienda de juegos online más grande del mundo.

Para su empresa, Wong aplicó una técnica que había aprendido en Digg: el lateral thinking (pensamiento lateral). Una estrategia con chicha. "Se trata de asociar principios de medios diferentes. En Digg combinaron democracia y periodismo. Esa mezcla revolucionó el sector". El portal de noticias llegó a sumar 30 millones de visitas mensuales. Una barbaridad.

¿Cuál es el pensamiento lateral de Kiip? La unión entre el sentimiento de recompensa (común en los videojuegos) y el sistema de cupones. Cuponing o Groupon han popularizado ese modelo. Pero Kiip, en vez de ofrecer descuentos del 30% o 50% en un producto, lo regala. "Se trata de asociar el anuncio con el sentimiento positivo que supone vencer en un juego", insiste.

La reacción es buena. "El porcentaje de canjeo del cupón varía entre el 10% y el 30% dependiendo del producto. Es una tasa de aceptación alta", detalla. Kiip ha enganchado en menos de un mes a cuatro millones de jugadores. Lo que significa promoción y repercusión para las marcas.

Los anunciantes buscaban desde hace años alternativas en la publicidad móvil. Las plataformas existentes -iAd (de Apple) o Google Ads- interrumpen al internauta (con banners). Son invasivas. "Los anuncios de Google son máquinas. Son algoritmos. Nosotros queremos rescatar la emoción, volver a la era de Mr. Proper y del hombre de Marlboro. Esos personajes proponían experiencias. El cupón también", sentencia.

Ya lo aseguraba Lluís Bassat, el gurú español de los spots, en este periódico hace unos años. "La única publicidad efectiva es la que el telespectador quiera ver. Una publicidad que, además de vender y construir marca, gratifique". ¿Y qué es más gratificante que un premio?

<b>Wong, el pequeño genio que convierte en un gratificante premio los anuncios en videojuegos.</b>
Wong, el pequeño genio que convierte en un gratificante premio los anuncios en videojuegos.

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