El esplendor de las mujeres solistas

Cuenta Rickie Lee Jones en el prólogo de Mujer y música que cuando una mujer llegaba a una banda de rock, allá por los setenta cuando ella empezó, siempre se le pedía "ser uno de los chicos". Nada nuevo: la historia de la música popular está llena de ejemplos en los que la mujer tenía que ser admitida y después saber acoplarse en un mundo dominado por los hombres. El rock and roll, el sonido con más poder de transformación social, que deshizo con espectacular arrojo los nudos de la sociedad puritana anglosajona de los cincuenta y sesenta, era un territorio de chicos. Las mujeres hacían, simplemente, de compañeras de viaje. Como en el rock and roll, otros géneros como el country, el jazz, el blues o el hip-hop han visto cómo las mujeres, a pesar de la cantidad ingente de grandes discos, no han jugado en igualdad de condiciones y han tenido que demostrar más que ellos para ganarse su propio espacio.

Mujer y música reivindica y recuerda a la mujer como magnífica protagonista de la canción. A través de 144 álbumes, acompañados de sus respectivas carátulas, se repasan varios estilos musicales que dan buena cuenta de la extraordinaria discoteca que se puede recopilar atendiendo a las composiciones nacidas del universo femenino. Con una cuidada edición fotográfica, el libro supone el debut de la revista Ruta 66 en el mundo editorial, pero también del crítico musical Toni Castarnado.

Su lectura testifica que la mujer solista es una pieza indispensable de la historia musical. Entre sus páginas, se recoge a Bessie Smith, quien a pesar de ser maltratada por sus parejas llegó a definir el estilo del blues clásico. Algo similar ocurrió con Billie Holiday, la más arrebatadora voz del jazz. El autor no se olvida de incluir a todo un grupo de cantantes folk como Joan Baez, Emmylou Harris, Lucinda Williams, Kasey Chambers, Gillian Welch o Jolie Holland, que refleja el recorrido generacional en un género que tiene en la voz femenina su mejor propuesta. No se pasa por alto tampoco la sugerente visión que aportaron al rock, ese macho sound, compositoras como Carole King o Marianne Faithfull. El soul no se podría explicar sin las aportaciones de Aretha Franklin, posiblemente la mejor vocalista de la historia, Bettye Lavette, Diana Ross o Mary Wells. De hecho, de sus raíces gospel, Mahalia Jackson es la gran madre. Aunque las que más tuvieron que acabar con prejuicios fueron las cantantes de country: Pasty Cline y Dolly Parton aportaron sensibilidad mientras Wanda Jackson y Loretta Lynn, un brío extraordinario. Además, se incluyen los últimos fenómenos como la musa indie M.I.A., Amy Winehouse o la española Russian Red.

Entre la visión experta y la pedagógica, Castarnado ofrece una entretenida lectura, que, para los más iniciados, es una muy interesante guía didáctica. Una oportunidad perfecta para conocer las mejores y más transcendentales obras femeninas, siendo ellas mismas y en todo su esplendor.