Arzúa, "vendetta y juego sucio"

En Arzúa casi nadie se esperaba una campaña tranquila, pero desde el último mes el aire se puede cortar. Con un candidato a alcalde por el PP, Armando Cascón, investigado por la fiscalía por un intento de soborno para lograr un aumento de sueldo como director de la radio municipal y la inhabilitación en sentencia no firme del actual regidor, Xaquín García Couso, por no derribar un edificio autorizado por su predecesor del PP, los comicios del 22 de mayo se desarrollarán "en un ambiente más crispado que nunca". Lo dice Xabier Pintor, cabeza de lista del PSdeG, que habla abiertamente de "juego sucio y vendetta " para describir lo sucedido en Arzúa en las últimas semanas.

A regir este muncipio coruñés de 6.532 habitantes optan cuatro candidatos, pero los carteles que desde el pasado viernes llenan las calles de la localidad muestran cinco caras: a las de Armando Cascón (PP), Xabier Pintor (PSdeG), Regina Castro (Agrupación Independentes Arzuanos) y Xosé Luís García (BNG) se suma la del alcalde nacionalista inahabilitado, Xaquín García Couso, que en 2007 tomó el bastón de mando con mayoría absoluta en las urnas. Esta vez no podrá presentarse, pero participa activamente en la campaña y, de modo simbólico, el cartel con su foto aparece al lado del que es ahora cabeza de lista, Xosé Luís García, concejal de Cultura en la legislatura que termina. "Fue un decisión que tomamos a raíz de lo que ocurrió", explica el regidor, que apura sus últimos días al frente del Ayuntamiento y admite "que la procesión va por dentro".

La patronal teme que la rivalidad de los políticos perjudique al pueblo

La sentencia que lo inhabilita es del pasado octubre, pero no fue hasta finales de abril cuando el PP de Arzúa denunció ante la Junta Electoral de Santiago la inelegibilidad del nacionalista. La reforma de la Ley Electoral permite excluir de los comicios a los candidatos que tengan una sentencia de inhabilitación, aunque esta no sea firme. Eso sí, el delito de desobediencia que inhabilita a García Couso nada tiene que ver con el objetivo de evitar la presencia en las elecciones de "formaciones políticas ilegales" o "de quienes justifican la violencia terrorista", expuesto en el preámbulo del texto reformado.

"La gente que está contenta por lo que ha pasado es poca y no me merece mucha consideración", prosigue García Couso, que asegura que su partido repetirá los resultados de las municipales de 2007, que le permitieron gobernar en solitario. Es el único que lo piensa, porque los postulantes del resto de los partidos admiten que no esperan mayorías.

Las disputas entre candidatos empezaron hace ahora un mes, cuando el alcalde, grabación en mano, denunció al nuevo cabeza de lista del PP, Armando Cascón, por intentar sobornarlo en 2009 para conseguir un aumento de sueldo como director de la radio municipal. "Fue una conversación entre el alcalde y yo. Estoy muy tranquilo, porque Arzúa es un pueblo pequeño y todos nos conocemos", se defiende Cascón. Antes de saltar el escándalo del soborno a García Couso, Cascón era el candidato con el que el PP pretendía cerrar ocho años en los que reinaron las divisiones en el partido.

Por el tiempo transcurrido antes de la la denuncia le llegan ahora la mayoría de las críticas al alcalde. Xabier Pintor, del PSdeG, y Regina Castro, la candidata independiente, admiten que la exclusión del actual regidor "puede sentar un precedente". Para Castro, la inhabilitación de García Couso fue totalmente inesperada. "Nunca pensamos llegar a esto. Es complicado entender lo que sucedió en este caso", admite, aunque critica la "rivalidad personal" entre los dos candidatos y "el interés electoral" que, a su parecer, ha llevado al nacionalista a denunciar a Cascón. "La conducta es reprobable, pero no tiene sentido que las grabaciones se guarden dos años", expone. "El BNG perdió la ocasión de su vida de apartar a Cascón del poder al no denunciarlo en su momento", acusa Pintor.

El rebumbio electoral en Arzúa no gusta nada al resto de candidatos, a pesar de que ambos coinciden en que en estas elecciones la rivalidad es mayor porque no habrá una lista con los votos suficientes como para gobernar sin pactos. "Yo creo que la polémica viene porque nadie va a tener mayoría absoluta", razona Manuel, un vecino ya jubilado. "Pero solo deberían poder presentarse los candidatos que estén totalmente limpios", le rebate un compañero. "A nosotros también nos perjudica, porque nos resta posibilidades de dar a conocer nuestro programa", se lamenta Pintor. Regina Castro habla incluso de "publicidad negativa": "Es triste que Arzúa salga en la prensa por esto. No somos un pueblo corrupto". Tanto Pintor como Castro insisten en que no pactarán con ninguna otra sigla.

La dificultad para establecer coaliciones preocupa a Alfonso Gómez Corzo, presidente de los empresarios arzuanos. "Necesitamos que la política se estabilice un poco. Tengo miedo de que no se entiendan y anden dando bandazos cuatro años más", reconoce. Arzúa, el segundo municipio en producción de leche de la provincia y enclave privilegiado del Camiño Francés, posee un polígono industrial a la espera de ser ampliado, y todos los candidatos llevan en sus programas la promesa de "crear empleo". "Me da rabia que me llamen por teléfono de otras zonas de Galicia y me pregunten: 'Oye, ¿qué pasa en Arzúa?' Y claro, se lo tienes que explicar".