El TSJA confirma el proceso contra el juez Serrano por prevaricar
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado el procedimiento por prevaricación abierto al juez de familia de Sevilla Francisco Serrano, acusado de cambiar el régimen de visitas de un niño para que saliera en una procesión de Semana Santa. El juez instructor del TSJA rechaza el recurso presentado por el abogado de Serrano y dice que existían otras soluciones para dar "de manera clara y directa respuesta jurídica adecuada" al conflicto.
Según el TSJA, existen indicios de que hubo una "estratagema procesal" para conseguir que el asunto recayera en el juzgado de Serrano y no en el encargado del divorcio de los padres, maniobra que era "perfectamente advertible" por el magistrado, aunque él mismo no tuviese participación activa. El instructor del TSJA, Miguel Pasquau, rechaza así el archivo pedido por la defensa de Serrano.
Por su parte, el abogado de la madre, Íñigo Moreno Lara, ha recurrido también para que el juez sea acusado de un segundo delito de falsedad en documento oficial, al destruir presuntamente la primera hoja del Acta de Comparecencia del niño y su abuelo que sirvió a Serrano para decidir.
El TSJA ha abierto procedimiento abreviado contra el magistrado de familia por presunta prevaricación al prolongar la estancia del menor con el padre, dada la supuesta oposición de la madre a que saliera en la procesión. El juez se enfrenta a una posible inhabilitación para ejercer su profesión de entre diez y 20 años.
Actuación insólita
El juez instructor cree que el comportamiento de Serrano fue "insólito" o, al menos, "muy forzado", pues había tenido un conocimiento "extraprocesal" de la supuesta oposición de la madre del niño. El juez tenía la posibilidad de requerir a la madre, con las advertencias necesarias, para que cumpliera el convenio de separación que reconocía el derecho de los hijos a salir en procesión.
La resolución, que debe ser confirmada por la sala de lo Civil y Penal del TSJA, dice que hay indicios de que Serrano quiso pronunciarse sobre un tema que consideraba "interesante", tras haber sido ampliamente tratado por la prensa, y para ello no llevó a cabo "cualquier medio razonable de comprobación" y usó "hasta desnaturalizarla" su función protectora del menor.
