Estrepitoso adiós

Los Lakers se despidieron del título de la NBA con el estruendo propio de los equipos sin hueco para las medias tintas. Los Mavericks les barrieron. El 122-86 puso el punto final a la eliminatoria con un contundente 4-0. Fue un escarnio. Los campeones de los dos últimos años, el conjunto que aspiraba a imponer un reinado de larga duración, se quedaron en la estacada. Si no jugaron bien a lo largo de la serie, en el cuarto partido, en su última ocasión para decir algo, quedaron definitivamente reducidos a cenizas. De principio a fin fueron vapuleados por un rival en vena de aciertos y que batió el récord de triples en los playoffs con 20 aciertos.

Fue el final más cruel para los Lakers y su entrenador, Phil Jackson, que había anunciado por activa y por pasiva a lo largo de la temporada que pone fin a su carrera. El técnico de los 11 anillos, el más laureado en la historia de la NBA, a sus 65 años, se va después de 20 campañas en los banquillos con una hoja de servicios impresionante en la que sus equipos siempre estuvieron en los playoffs. El final no estuvo en consonancia con la relevancia del personaje.

También se frenó la maravillosa era que se abrió para los Lakers con la incorporación de Pau Gasol en febrero de 2008. Desde entonces disputaron una final que perdieron, contra Boston en 2008, y otras dos que ganaron, contra Orlando en 2009 y contra Boston en 2010. Ni Jackson desde el banquillo, ni Bryant ni Gasol en la cancha lograron arreglar el entuerto. Los Lakers se quedaron secos. Terry, Stojakovic, Nowitzki y Barea destrozaron a la débil defensa de los Lakers en un primer cuarto que finalizó con 63-39, en el que Dallas sumó 11 triples y en el que sus jugadores del banquillo, con 40 puntos, superaron la anotación de todos los Lakers.

La segunda parte fue más de lo mismo. Se produjeron episodios incluso vergonzosos, como las expulsiones de Odom y sobre todo de Bynum tras un feísimo codazo intencionado a Barea. El pívot de los Lakers, antes de abandonar la cancha, se quitó la camiseta. Mientras tanto, su equipo continuó sin levantar la cabeza, zarandeado por la puntería de Terry, con 32 puntos y nueve triples; de Stojakovic, con 21 puntos; de Barea, con 22 puntos, y de Nowitzki, con 17 puntos. Gasol, tan gris como en todos los playoffs, cerró el partido con 10 puntos y ocho rebotes; Bryant anotó 17 y Brown logró 15.

Ahora la pregunta es qué va a suceder con los Lakers, cuál va a ser su futuro a corto plazo. Parece probable que cuatro de sus titulares continúen: Bryant, Gasol, Odom y Bynum. Fisher, a sus 36 años, tiene contrato en vigor, pero su rendimiento ha dejado mucho que desear, al igual que los de Barnes y Blake. Brown tiene una opción para renovar.

Las incógnitas se ciernen sobre una franquicia que deberá contratar a un nuevo entrenador -se habla de Brian Shaw, ayudante de Jackson- y que, como todas, continúa en vilo por la amenaza de un cierre patronal que podría posponer el inicio de la próxima temporada hasta enero.