Alfaro en otra dimensión

En los sesenta y setenta, para los españoles Choleck era "la fuerza líquida", y las superficies Railite, un laminado plástico decorativo muy resistente en el que "nada deja huella". Mensajes cortos y claros. Asimismo, los chicles Cheiw, los favoritos de la muchachada, se publicitaban como "la evasión que se masca"; y los gentlemen ingleses se vestían elegantes, "por dentro", con ropa Ferrys. Y todo ello gracias a un señor que con cara demacrada alertaba del peligro de la bebida en una campaña de la Asociación de Alcohólicos Anónimos. Esa pequeña actuación, anecdótica, da cuenta de la polivalencia del escultor valenciano Andreu Alfaro (1929), que antes de instalarse en la modernidad con una de las carreras artísticas más sólidas, se dedicó a la publicidad, y luego compaginó la domesticación del aluminio y el acero con el diseño gráfico, el diseño industrial y hasta hizo sus experimentos fotográficos.

"Para explicar su obra usa técnicas publicitarias", afirma su hijo

Para el comisario, en aquellos años nació la modernidad

El Octubre Centre de Cultura Contemporània inauguró ayer la exposición L'Altre Alfaro, un recorrido por la otra dimensión del escultor, reconocido en 1981 con el Premio Nacional de Artes Plásticas, a base de muebles, carteles, libros, portadas de discos, anuncios publicitarios... "La exposición sirve para enseñar una faceta desconocida de mi padre", explicó ayer Andrés Alfaro Hofmann. Así, su hijo explica que "en el momento que ya podía ser autónomo con la escultura" fue cuando se pudo dejar la publicidad.

Sin embargo, no abandonó el oficio nunca: "La faceta de ilustrador o de diseño gráfico continúa, sobre todo a la hora de editar sus propios catálogos, una cosa curiosa porque los artistas no suelen hacer sus catálogos". Y es precisamente esa faceta, que casi linda con el marketing o la publicidad, la que sabe aprovechar en su favor: la forma en la que los concibe y el ángulo en el que fotografía sus propias fotografías para aprovechar mejor la luz, le sirven "para dar a conocer mejor sus obras". Su hijo lo resume: "Es muy curioso, porque para explicar su obra utiliza técnicas publicitarias".

El comisario de la exposición, Daniel Giralt-Miracle, explicó ayer que aquellos años creativos supusieron "el nacimiento de la modernidad" en España. Y destacó que la muestra no enseña una parte de Alfaro, "sino todo Alfaro", ya que ayuda a entender mejor su proceso creativo. Giralt-Miracle hizo especial hincapié en el arte gráfico del creador, sobre todo en los logotipos de las marcas que confiaron su imagen a Alfaro. Un compendio de gestos y símbolos llevados a la simplicidad más absoluta pero sin perder todo su significado, desde el logo de Moma Teatre hasta el del IVAM, pasando por el de Acció Cultural, que acoge la muestra. Hasta la firma de Alfaro, dos triángulos rectángulos simétricos que comparten un cateto, resume su forma de entender la importancia de la marca.