Victoria de los conservadores en las elecciones de Canadá

El partido conservador del primer ministro canadiense, Stephen Harper, venció ayer por mayoría absoluta en las elecciones legislativas celebradas en el país, las cuartas en cinco años. La victoria supone una polarización del panorama político entre conservadores y socialdemócratas, al derrumbarse el hasta ahora influyente partido liberal y el independentismo quebequés.

La formación conservadora obtuvo 167 escaños de un total de 308. Harper declaró, tras conocerse su victoria, que aplicaría su "plan de empleo y crecimiento sin elevar los impuestos". Las promesas de Harper han recibido el apoyo de los empresarios, ya que tiene previsto reducir del 16,5% al 15% el impuesto de sociedades para que las empresas canadienses sean más competitivas en el mercado global.

El resultado deja fuera de juego a los liberales, que obtuvieron solo 34 escaños. Es la mayor derrota electoral del partido en su más de un siglo de historia, en la que siempre ha sido influyente en el Gobierno o en la oposición. Incluso su líder, el antiguo profesor de Harvard e intelectual Michael Ignatieff, perdió su asiento en el Parlamento y dimitió de inmediato. "Mi patriotismo ha sido cuestionado (...) y eso tiene un efecto", dijo como despedida en alusión a las críticas que recibió en campaña por haber vivido algunos años fuera de Canadá.

El Nuevo Partido Democrático, socialdemócrata, se convierte así en el líder de la oposición, al conseguir 102 escaños de 308. Solo dos partidos, el conservador y el demócrata, dominarán el panorama político.

El independentismo quebequés prácticamente ha sido borrado del mapa electoral, fagocitado por los demócratas. Obtuvo solo 4 escaños y perdió 43 respecto a las elecciones de 2008. Tampoco el líder de esta formación, Gilles Duceppe, logró conservar su asiento.