Los municipios con riesgo sísmico pasan de 58 a 332

Un total de 332 municipios de las provincias de Alicante y Valencia están obligados a elaborar planes especiales frente al riesgo sísmico, según confirmó ayer Serafín Castellano, consejero de Gobernación. Esta cifra supone un incremento de 174 poblaciones amenazadas por potenciales terremotos, respecto a las incluidas hasta ahora en el protocolo del Consell. Este documento solo recogía 58 Ayuntamientos, todos en la provincia de Alicante.

La ampliación de las zonas de riesgo a la provincia de Valencia (Castellón permanece excluida) viene obligada por el cambio de normativa de la Unión Europea. Castellano señaló que la Comunidad Valenciana sigue situada en un área de actividad sísmica moderada a escala mundial. "Los seísmos que se producen en nuestro territorio suelen oscilar entre los de grado I, o sea, cuando se producen movimientos solo detectados por los sismógrafos, y el grado VI, cuando la vibración hace que salten algunos ladrillos de los edificios", explicó Castellano.

El área más expuesta a sufrir terremotos de intensidad es el cono sur de la Comunidad Valencia, es decir, el tramo de costa que va desde Guardamar del Segura a Orihuela pasando por Torrevieja. Esta población fue arrasada en 1929 por un terremoto de 6,6 grados en la escala Richter. Otras zonas calientes de la provincia de Alicante son el medio Vinalopó y las dos Marinas. Mientras, en la provincia de Valencias las zonas amenazadas por movimientos sísmicos, aunque de menor intensidad que en Alicante, son las comarcas de La Safor y la Ribera.

El plan de actuación frente al riesgo sísmico fue aprobado el pasado viernes por el Gobierno valenciano. Los Ayuntamientos incluidos en el documento tienen un plazo de tres años para adoptar las medidas preventivas exigidas.

Según Castellano, el plan aborda de manera "técnica y ambiciosa" los análisis de riesgo y desarrolla "estructura, organización y operatividad" en la actuación frente a los sismos. Sobre la implantación de los planes, dijo que incluye, además de la difusión del plan a Ayuntamientos y población, la formación del personal de los organismos implicados, la ejecución de programas de dotación y mejora de medios y recursos y de la realización de simulacros para comprobar el adecuado funcionamiento de la estructura de respuesta ante seísmos.

Entre las novedades más importantes del plan, el consejero destacó la creación de un grupo de reconocimiento, una figura nueva que no existe en ningún otro plan cuya misión es realizar una primera inspección y valoración del alcance de los daños para planificar una respuesta adecuada a las necesidades y establecer prioridades. Este grupo de reconocimiento estará integrado por técnicos de los Ayuntamientos, policías locales y bomberos. También se constituirá un grupo de reconocimiento aéreo que estará integrado por todos los recursos aéreos de la Generalitat y del Ministerio del Interior.