"Las críticas de parcialidad vienen justamente de la parcialidad"

Jesús García Calderón (Badajoz, 1959) lleva al frente de la Fiscalía Superior de Andalucía una década. En ese tiempo reconoce que ha escuchado muchas críticas a la institución, aunque ahora se han intensificado y generalizado. Por la investigación por los ERE fraudulentos en Andalucía los fiscales están soportando gruesas acometidas que provocan, dice, "malestar" y "tristeza".

Pregunta. ¿Qué explicación encuentra la fiscalía a las duras críticas que está recibiendo por la investigación de los ERE?

Respuesta. La crítica en sí es razonable e indispensable en una sociedad democrática, pero cuando es sistemática y parte de una premisa que no es real, que puede constituir una tergiversación de la realidad o que se produce desde la ignorancia o desde la parcialidad, entonces sí resulta muy problemática. La crítica sistemática e institucional es muy peligrosa y en ocasiones puede generar un grave daño, no tanto a las personas sino a las instituciones y, sobre todo, a las investigaciones en curso.

"Nadie tiene que monopolizar la dignidad frente a la corrupción"

"Lo importante es la investigación y no el ruido que la rodea"

P. Se ha acusado a la fiscalía de estar al servicio de la Junta.

R. He manifestado hasta la saciedad que la herramienta más poderosa que tiene el fiscal es su imparcialidad, incluso más que la independencia. La imparcialidad siempre supone la independencia, pero la independencia no siempre supone la imparcialidad. Lo peor que se puede decir de un fiscal es que actúa con parcialidad.

P. Pues es una crítica muy repetida en las últimas semanas.

R. Lo que yo pido y reclamo en mi condición de fiscal superior, porque para mí es un deber, es que antes de hacer esas afirmaciones se valoren y se ponderen adecuadamente. Que no se confunda la parcialidad con la contrariedad procesal. Cuando un fiscal sostiene procesalmente una determinada tesis, aunque no sea luego la que finalmente es aceptada, puede ser perfectamente razonable y a lo mejor es lo que tiene que hacer para generar que haya un suficiente debate jurídico en la tramitación de un asunto.

P. El presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas...

R. Sobre manifestaciones concretas prefiero no pronunciarme. Entrar en la polémica cotidiana política sobre asuntos de trascendencia pública sería un error, una torpeza, y podríamos dañar el buen fin de las investigaciones. Podemos, quienes tenemos el deber de representar a la institución, intentar trasladar a la opinión pública un mensaje de certeza institucional. Cuando alguna persona concreta no lo hace debe ser denunciada, pero no se puede generalizar. Nuestra respuesta tiene que estar en el proceso.

P. Pero, por su cargo institucional, usted sí que puede defender a los fiscales.

R. Y rechazo las críticas que están recibiendo. La Fiscalía Anticorrupción actúa con absoluta imparcialidad, lo ha hecho desde el principio. Conozco a los fiscales y le aseguro, y lo digo públicamente, que son unos excelentes profesionales, que trabajan en unas condiciones que no son precisamente las mejores, con carencias muchas veces injustificadas. El que no estemos de acuerdo con lo que en concreto hagan en alguna situación procesal determinada no quiere decir en modo alguno que actúen con parcialidad.

P. ¿Es normal que se cuestione hasta la sustitución de un fiscal?

R. Le puedo asegurar sin el menor género de dudas que ha sido una sustitución [la de Carlos Bedate en el caso de los ERE] absolutamente normal y generada por el deseo de dotar a la investigación de la mejor presencia fiscal posible.

P. Y está el tema de la recusación a la juez Alaya que rechazó la Audiencia de Sevilla.

R. El ministerio fiscal no promovió la recusación, expresó libremente su opinión y la opinión que expresó el fiscal es razonable como la solución que expresó la Audiencia. Ambas posiciones jurídicas son sostenibles. Desde el momento en que el incidente procesal quedó zanjado, lo único que ha hecho la fiscalía es mantener su postura y colaborar en la investigación.

P. Y las acusaciones de inactividad.

R. Ya se aclaró paladinamente toda la actuación del ministerio fiscal desde el inicio. No ha existido en absoluto inactividad. Hay una calificación y acusación por cohecho en el caso Mercasevilla. La lucha contra la corrupción es una cuestión colectiva, plural, nadie tiene que monopolizar la dignidad y para luchar eficazmente hay que trabajar coordinadamente y con un principio de confianza institucional.

P. ¿Ha recibido quejas en este sentido?

R. Cuando hablo de coordinación hablo de lo que me dice la experiencia. La lucha contra la corrupción es muy difícil, plantea muchas dificultades procesales y debe de hacerse con una actitud discreta, reflexiva y sosegada. Para que esto tenga lugar, lo mejor que hay es que cada institución cumpla con su deber.

P. ¿Puede hacer más la fiscalía?

R. Tengo la convicción y certeza de que está actuando con toda corrección. La sensación que se tenga no depende tanto de lo que esté haciendo como de lo que salga reflejado en los medios de comunicación. Lo que ocurre es que todo esto necesita tiempo, el análisis de la documentación y un estudio de las actuaciones, y ahora no es el momento de exigir a la fiscalía una posición.

P. ¿Recuerda ataques similares por otros casos?

R. La Fiscalía General del Estado ha sido una institución sistemáticamente cuestionada desde la Transición por todos los grupos. La corrupción, que es la que genera por regla general estas críticas, afecta a todo el espectro político. Lo que distingue a un grupo político de otro es la forma de reaccionar ante ella. En la actualidad, lo que se observa es una intensidad en la crítica y una generalización que antes no existía.

P. ¿Están molestos?

R. Las críticas de parcialidad vienen justamente desde la parcialidad y eso genera malestar y una sensación de tristeza. No podemos responder a estas situaciones y eso nos coloca en desventaja.

P. Se les ha acusado de obstruir la investigación de la juez por el tema de las actas.

R. Yo no me refiero a ninguna situación en concreto. Se nos ha acusado de estar al servicio de todos los Gobiernos. Lo importante es la investigación y no el ruido que la rodea. Lo importante es acordarse de que esa investigación tendrá que llegar a un juicio.