El Gobierno ajustará la inversión pública para rebajar el déficit al 2,1% en 2014

Se invertirá lo que se pueda: el margen que deje el objetivo de déficit. El Gobierno aprobó ayer el programa de estabilidad hasta 2014 que remitirá de inmediato a la Comisión Europea, en el que se fija como objetivo de déficit público para 2014 el 2,1% del PIB, frente al 6% que se ha fijado para este año. Para lograr rebajar ese desequilibrio, el Gobierno prevé un incremento de los ingresos de 1,9 puntos porcentuales hasta 2014, sin aumentar más los impuestos: un punto por la mejora de la economía, cinco décimas por el incremento del IVA y los impuestos especiales ya vigente, y otras cuatro décimas por la desaparición de medidas transitorias como los aplazamientos extraordinarios de pagos a Hacienda.

El Ejecutivo envía a Bruselas un plan de reformas estructurales

Por el lado del gasto, se pretende una reducción de 5,2 puntos, de los cuales 1,5 puntos se lograrían por la congelación de los salarios de los funcionarios y la rebaja de las plantillas de las Administraciones ya en marcha. Otros 1,9 puntos (casi la mitad ya estaba incluido en los presupuestos de 2011) se consiguen con el menor gasto en medicamentos y ayuda al desarrollo.

Cuatro décimas de ahorro vendrán por el recorte en las prestaciones sociales (congelación de las pensiones, eliminación del cheque bebé) y la bajada de las incapacidades por enfermedad o accidente. Otras tres décimas se obtienen por el recorte de subvenciones a la vivienda y por la desaparición de las bonificaciones a la contratación.

La inversión pública en infraestructuras "se ajustará a las necesidades de consolidación presupuestaria" en los próximos ejercicios, si bien ya se avanza que el resto de inversión se reducirá en un 25% hasta 2014 (unos 1.000 millones de euros). El recorte de inversión aportará 1,1 puntos al ahorro total.

El Ministerio de Economía destacó que con este escenario se lograría un superávit presupuestario del 0,8% en 2014 si se descontasen los intereses de la deuda, que para entonces supondrán ya un 2,9% del PIB español.

Además del plan de estabilidad, el Gobierno ha enviado a Bruselas un plan de reformas con objetivos en las cinco áreas temáticas definidas para ser cumplidas a nivel comunitario en 2020. El impacto de esas reformas estructurales se traduce en un punto de crecimiento potencial del PIB hasta ese año, y una rebaja del paro estructural de cuatro puntos.

En lo referido a empleo, se busca lograr una tasa de empleo del 74% (frente al 62,5% actual), y del 68,5% en el caso de las mujeres, con el desarrollo de la reforma laboral, el afloramiento de empleo sumergido y la entrega de 30.000 becas de seis meses para jóvenes desempleados.

Se plantea alcanzar un gasto en investigación y desarrollo equivalente al 3% del PIB en 2020. Para reducir las emisiones contaminantes y aumentar la cuota de renovables se prevé completar las interconexiones energéticas y elaborar un plan de energías renovables; para lograr el objetivo de eficiencia energética se plantean medidas de ahorro y una ley de eficiencia energética. Las medidas para mejorar la tasa de abandono escolar y la mejora de la formación se basan sobre todo en el impulso a la formación profesional. Por último, se plantea un plan de acción para la inclusión social para "mejorar la situación" de pobreza de millón y medio de personas.