El peso actual de la Guerra Civil

Crueldad, venganza, horror, miseria, sufrimiento, podredumbre y un paisaje marcado por la muerte. Los ocho relatos de La sangre del Sur, de Julio Manuel de la Rosa (Sevilla, 1935), recorren distintos episodios de la Guerra Civil. El mundo recreado por De la Rosa en este libro, que ha publicado Paréntesis, muestra cómo los hombres son capaces de dar lo peor de sí en los momentos extremos. También en algunos casos aparece la empatía con el sufrimiento ajeno o

gestos de nobleza a la hora de salvar a un semejante de las garras de la muerte.

De la Rosa considera la contienda que ensangrentó España entre 1936 y 1939 el acontecimiento más importante de su historia contemporánea. "La Guerra Civil gravita en cierta manera sobre nosotros. Creo que Ortega y Gasset dijo que toda guerra civil duraba un siglo. Creo que es una afirmación razonable. Otra cosa sería el análisis personal de esa especie de vampirización que como escritor tengo respecto al tema. A veces creo que son los temas los que eligen a los escritores y no al revés. Desde mis primeros relatos, y pasando por alguna de mis novelas, me juramento a mí mismo que la Guerra Civil es un tema sobre el que no puedo estar siempre. Me lo propongo y no lo consigo. Espero que este libro de relatos sea el final de una etapa, pero no lo puedo asegurar", afirma De la Rosa, entre cuyas obras figuran Fin de semana en Etruria (Premio Sésamo en 1971), La sangre y el eco (1978) y Las guerras de Etruria (2001).

Un cuento autobiográfico narra cómo uno de sus abuelos salvó al otro

El relato El canal muestra cómo los vencidos eran tratados como animales. Pero algunos de sus vigilantes también lo pasaban mal. Esta circunstancia crea relaciones de acercamiento y complicidad en el cuento. "El dolor hace solidarios a todos los hombres independientemente de su pensamiento político. Leyendo y, sobre todo por testimonio oral de personas vinculadas a esos pueblos edificados alrededor del Canal de los Presos, alguien me contó la patética escena de un nieto que haciendo el servicio militar fue destinado a la guardia de un campo de trabajo. Allí estaba su abuelo trabajando en las obras. El abuelo murió antes de ser liberado", comenta De la Rosa.

En Niña con pistola, el escritor relata cómo "la multitud (...) se entregó a la desolación de la venganza". "Esa venganza tuvo lugar en el Cuartel de la Montaña. Los soldados y oficiales que defendían el Cuartel de la Montaña asomaron una bandera blanca por una ventana. La multitud creyó en la rendición, salió en tropel y fue recibida con el fuego cruzado de dos ametralladoras. Eso provocó la terrible venganza de arrojar a soldados y oficiales desde las galerías al patio. Tanto fue así que varios oficiales decidieron suicidarse juntos en la sala de banderas antes de caer en manos de las masas de gente", dice De la Rosa.

La capacidad del ser humano para arriesgar su vida para salvar a un semejante es parte esencial de Los dos abuelos. "Ese cuento tiene la garantía de lo autobiográfico. Fueron mis dos abuelos que después siguieron discutiendo mientras tomaban café. Pero a la hora de la verdad uno se jugó la vida por salvar al otro y lo consiguió", resume.