Una copa "siniestro total"

"Buenos Dias a todos amig@s...!!! Lo de la copa fue un malentendido, no se cayo...salto ella cuando llego a Cibeles y vio tantos madridistas...(sic)". Así explicó el jugador del Real Madrid Sergio Ramos, a través de las redes sociales, cómo se le cayó el trofeo justo antes de entrar a la plaza de Cibeles, sin que el conductor del autobús se percatara del incidente. El vehículo le pasó por encima y la dejó "siniestro total", según explicó gráficamente el joyero creador de la copa, Federico Alegre.

Los madridistas pueden estar tranquilos. El club ya tiene desde ayer a las seis de la madrugada un trofeo nuevo. Es la réplica que siempre se hace, la segunda copa por si surge alguna eventualidad como la de ayer. La llevó directamente Alegre al Santiago Bernabéu nada más oír lo que había ocurrido. "La Federación Española de Fútbol siempre tiene un plan B. Son copas y les pueden pasar muchas cosas, desde que sufran un accidente o que las roben", explica el joyero.

El comercio Alegre tiene una gran tradición en los trofeos de fútbol. El negocio, que ha pasado de hijos a nietos, ya fabricaba la antigua Copa del Generalísimo. Después siguió con la del Rey. El trofeo está fundido con 20 kilos de plata. El de ayer quedó hecho polvo, debido al tonelaje del autobús que le pasó por encima. "Incidencias con el trofeo siempre ha habido. Lo que más se suele dañar es lo que se llama el cuello. Suele doblarse porque uno lo coge de la peana y otro de la copa en sí. En todo caso son reparaciones de chapa y pintura", bromea Alegre.

La caída desde las manos de Sergio Ramos es mucho más grave. Serán necesarias muchas horas de trabajo para arreglarlo. Ya se sabe, quedó en "siniestro total". Pero eso no empañó la celebración de la plaza de Cibeles que se prolongó hasta que el capitán del Real Madrid Iker Casillas puso una bandera de España y una bufanda a la diosa.

Unos 50.000 aficionados se marcharon sin que hubiera ningún tipo de incidente, según fuentes policiales. Donde sí se produjeron problemas fue en el cercano aparcamiento subterráneo de la calle de Montalbán. Allí habían aparcado sus vehículos decenas y decenas de aficionados que tuvieron que esperar más de media hora para pagar.

"Vayan ustedes tranquilamente a sus coches y vamos a levantar la barrera". Habló un sargento de la Policía Municipal a las 120 personas que esperaban en el aparcamiento. Eran las cinco y media de la mañana y hacía poco que había concluido la celebración.

El estacionamiento, propiedad del Ayuntamiento y gestionado por Acciona Aparcamientos, SL, tiene dos cajeros automáticos pero uno de ellos estaba fuera de servicio y el otro no era suficiente para la ola de madridistas que habían estacionado sus coches allí. La mayoría de las 277 plazas que tiene el aparcamiento estaban ocupadas. Ante una situación tensa, en que los seguidores de los blancos habían empezado a gritar y golpear las instalaciones, la policía se vio sin otra opción que dejar salir sin pagar a todos. "He estado esperando más de 25 minutos y tenía más de 80 personas por delante. Esto fue la única forma de arreglarlo... Es muy tarde ya", dijo Ester, una de las afectadas.