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Reportaje:

Otra vez a la lucha

Extrabajadores de Delphi reviven la misma pesadilla por el ERE en Alestis

El cuento del pastor y el lobo tiene varias versiones en la Bahía de Cádiz. Pero el mismo triste final. A los trabajadores de la fábrica de Delphi en Puerto Real les vaticinaron muchas veces el cierre pero no terminaban de creérselo hasta que la verdad se impuso. A los de Alestis les ha pasado algo similar. Llevaban meses oyendo rumores de regulación de empleo y de despidos pero se resistieron a darlos por buenos. La realidad es, a veces, tan cruel como los cuentos. Y más si te toca por segunda vez en poco tiempo. Un total de 195 operarios de la antigua Delphi reviven ahora la pesadilla de quedarse sin trabajo solo cuatro años después.

El grupo aeronáutico se convirtió en el mayor salvador de los trabajadores de Delphi. 1.800 personas se vieron afectadas directamente por el cierre en 2007 de la factoría de Puerto Real. El Gobierno andaluz salió en su ayuda con un ambicioso programa de recolocación. "No os dejaremos tirados", fue el lema empleado para este plan que cuatro años después no deja de dar quebraderos de cabeza a la Administración.

Alestis, con varias plantas en Sevilla, El Puerto y Puerto Real, alcanzó en septiembre de 2009 un acuerdo por el que incorporó a 348 exempleados de Delphi. 153 de ellos ya trabajan en distintas plantas y líneas de fabricación y montaje. Los demás empezaron a formarse en el sector aeronáutico en el parque Tecnobahía de El Puerto de Santa María. La empresa tiene varios contratos importantes que se supone que iban a garantizarle trabajo durante 20 años. Pero todo ha ido más lento de lo esperado.

"Ni en el peor de los escenarios me creía que me iba a volver a ver en la posibilidad de que compañeros salieran despedidos", lamenta Pedro Lloret, quien vivió el cierre de Delphi y ahora el anuncio de un expediente de regulación de empleo en Alestis que afecta a 195 de los operarios recolocados. Algunos ni siquiera han trabajado nunca. La compañía argumenta que su período de formación ha concluido y no hay faena para ellos. Por eso, 119 de ellos están de vacaciones forzosas. "Tenemos que adaptar el número de empleados a la carga de trabajo programada para que el proyecto sea viable", ha argumentado la empresa en un comunicado.

Lloret vivió los buenos y malos tiempos de Delphi. La alegría de la recolocación en Alestis le ha durado poco. Como él, Juan José Ramírez también ve la incertidumbre del futuro con muchas dudas. Es representante de USO en el comité. La pasada semana ambos comprobaron que algunas de las promesas de la compañía aeronáutica están lejos de cumplirse. "Nos dijeron que la nueva fábrica estaría para mayo y está totalmente vacía. No tiene ni luz", se queja. Así es, los operarios abrieron a la fuerza la fábrica de 20.000 metros cuadrados que Alestis ha construido junto a la antigua factoría de Delphi. Están una al lado de la otra. Y las dos permanecen en silencio, vacías. Dos símbolos.

"Este es nuestro centro de trabajo", explica Lloret mientras recorre las instalaciones todavía no inauguradas. "Aquí deberíamos estar ya y no lo estamos". La empresa mantiene su intención de abrir la nueva fábrica, donde se harán algunos componentes del A-350 que ha encargado Airbus, pero el anuncio del ERE ha retrasado cualquier atisbo de apertura. La protesta de sus trabajadores sirvió para comprobar el desolador páramo que ahora mismo es el que iba a ser su lugar de recolocación.

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Durante meses los operarios contratados por Alestis procedentes de Delphi fueron considerados por los compañeros unos privilegiados. Incluso despertaron el recelo de algunos, que llamaron enchufados a los seleccionados. El privilegio les ha durado poco. Eso sí, todos han seguido cobrando. Los contratados por Alestis y los que no, ya que la Junta mantiene todavía activo el plan de formación entre los exempleados de Delphi sin que la promesa de recolocación total se haya cumplido. Es una pesadilla de difícil solución para los responsables de Empleo e Innovación. El ERE de Alestis complica las cosas todavía más.

Lloret y Ramírez se ven como hace cuatro años el resto de trabajadores de Delphi y sus familias. Tienen que pelear otra vez por sus puestos de trabajo. Ahora es mucho más difícil. Hay más de 500 extrabajadores de Delphi que no han encontrado todavía un empleo, a los que se suman los 195 del ERE de Alestis. Y la sociedad gaditana ya no les apoya como en 2007. Sus protestas ya no tendrán el mismo calado. Son trabajadores que vuelven a la lucha por mantener unos empleos que, nunca mejor dicho, están en el aire.

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