'Pax romana' en el PSOE hasta el 22-M
La ejecutiva de los socialistas no prevé un vuelco electoral en las municipales - Sin el apoyo de la organización federal, el margen de los críticos es nulo
Imaginemos que Javier Arenas y otros tres dirigentes del PP se retiran un fin de semana en una casa rural, a principios de esta legislatura, a jugar a las adivinanzas sobre posibles tropiezos del PSOE en los próximos cuatro años. Es seguro que ninguno hubiera acertado ni en un 1% lo que les está ocurriendo a los socialistas andaluces ante un escenario para el PP de "ahora o nunca".
Lo que le está pasando al PSOE andaluz reúne todos los síntomas de un fin de ciclo tras 30 años continuados en el poder: lo más grave es una crisis económica con un millón de parados, a lo que se añade un presunto caso de corrupción por los ERE pagados con fondos públicos, una sucesión política sin digerir, un relevo generacional en un partido con una historia de éxitos y, para colmo, la dimisión-portazo de Luis Pizarro como consejero de Gobernación, que ha obligado al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, a formar su cuarto gobierno en dos años. Un dirigente provincial compara la conmoción interna por la salida del anterior 'número dos' del PSOE a "la del creyente al que le dicen que Dios no existe".
"Chaves es patrimonio y no podemos desmarcarnos", afirma un dirigente
Todos estos ingredientes y algunos más, como el cerco del PP al expresidente andaluz Manuel Chaves por la actividad profesional de su hijo mayor, han creado el escenario de una tormenta perfecta a las puertas de las elecciones municipales del 22 de mayo. Ante esta situación, los socialistas de Ferraz y de San Vicente han reaccionado con el manual en la mano: cierre de filas y apoyo absoluto y total al presidente andaluz y secretario general, José Antonio Griñán, para reforzarlo y evitar el debilitamiento de su liderazgo.
Tras unas semanas convulsas, en el PSOE andaluz se ha instalado lo que un dirigente llama "la pax romana", un compás de espera hasta ver los resultados electorales del 22-M. Griñán ha hecho un quiebro en su estrategia en un momento de máxima dificultad. Después de dos meses devolviendo pelotas al fondo de la pista hasta con el palo de la raqueta por el caso de los ERE, el presidente andaluz ha pasado al ataque. El caso, tras la investigación interna, está en los juzgados y es ahí donde se aquilatará la gravedad de un asunto donde ya hay imputado un exdirector general y un exconsejero.
Ante los que consideran que durante sus dos años como presidente Griñán ha intentado separarse de su antecesor, Manuel Chaves, y la exageración del PP de echar cubos de agua a un PSOE ya de por sí encharcado, Griñán y su equipo han salido en defensa de los 30 años de gestión socialista y de la aportación de Chaves a la historia de la autonomía andaluza, como dijo el jueves en el Parlamento. Griñán calma así a los que en sus filas le reprochan que con "Chaves estas cosas no hubieran pasado", cuando, aparte de los errores propios -como la gestión de la fusión de las cajas o la ley del sector público- los malos días por los que atraviesa el Gobierno se deben a herencias del anterior presidente. "Chaves es el PSOE de Andalucía de muchos años, es un patrimonio y no nos podemos permitir el lujo de desmarcarnos", asegura una fuente cercana a Griñán.
Los responsables de la campaña que dirige la secretaria de Organización del PSOE andaluz, Susana Díaz, no contemplan ningún vuelco electoral en las municipales. Sus cálculos estiman que pueden obtener en el cómputo total de votos unos tres puntos menos de ventaja sobre el PP que los 8,5 obtenidos en 2007. Si eso es así y además se mantienen los gobiernos de Sevilla y Jaén -las dos únicas capitales con alcaldes socialistas gracias a los pactos con IU- la dirección regional y Griñán abrirán un nuevo tiempo de juego y las tribus que preparan los tambores de guerra tendrán que seguir en el anonimato. Pero si el resultado es otro -hay quien se fija en los resultados de 1995, cuando el PSOE perdió todas las capitales y sacó 2,8 puntos de diferencia a la derecha- es más que probable que la inestabilidad se instale en el PSOE andaluz. Y muchos van a mirar a lo que diga Luis Pizarro.
Chaves ni está ni se le espera, porque, entre otras cosas, su mayor fracaso político sería el fracaso de Griñán, al que él eligió como sustituto en las autonómicas de 2012. La paradoja es que ahora surjan los chavistas cuando no han existido en los 19 años de la presidencia de Chaves. En cualquier caso, el margen de maniobra de los ahora invisibles críticos va a depender mucho de la posición que adopte la ejecutiva federal, que se zambullirá en las primarias, con el ajetreo interno que eso conlleva, para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno. Y la ejecutiva federal, salvo que se produzca el hundimiento del Titanic el 22-M, seguirá aplicando el manual.
Campaña con Rubalcaba y Chacón
"El partido no va a tomar partido". Eso dijo Griñán en la última reunión de la ejecutiva regional ante la convocatoria de primarias en el PSOE para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno, en sustitución de José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones generales. Griñán quiere garantizar la neutralidad del aparato del PSOE andaluz, que supone alrededor del 25% del total de la militancia, en un proceso en el que se barajan las candidaturas de Alfredo Pérez Rubalcaba y de Carme Chacón. Es conocido que Griñán cree mejor candidato a Rubalcaba para afrontar una etapa económica como la actual y en esa línea está la mayoría del PSOE andaluz. Pero también hay en este partido referentes que optarían por Carme Chacón, como la consejera de la Presidencia, Mar Moreno.
A Griñán intentan convencerlo de que no manifieste públicamente su opción, porque es casi seguro que compartirá cartel electoral en marzo de 2012 con quien resulte ganador de las primarias. El presidente andaluz tiene previsto participar en actos de la campaña municipal en Andalucía con los dos presumibles aspirantes y también con el presidente Rodríguez Zapatero en dos mítines en Sevilla y Jaén a mediados del próximo mes.
Griñán tiene prevista su nominación como candidato a la presidencia de la Junta en otoño.
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