Ferroatlántica debe mantener el 10% de caudal en Ézaro
El martes por la noche, Ferroatlántica soltó el agua que retenía en el embalse de Santa Uxía, uno de los cuatro que explota en el río Xallas, y un torrente de agua se precipitó por las paredes de roca directamente sobre el mar devolviendo a la cascada del Ézaro, en Dumbría (A Coruña), su singularidad tras una década secuestrada en una represa de hormigón con una concesión irregular.
La empresa acató la orden que le trasladó sin dar publicidad a la medida la Consellería de Medio Ambiente a la dirección de Ferroatlántica el pasado 8 de abril para restituir al Xallas su caudal ecológico, un volumen de agua equivalente al 10% de la media anual y que todos los ríos tienen garantizado por ley. Medio Ambiente revoca así diez años después la concesión que el Gobierno de Fraga otorgó a la firma de Villar Mir para secar la cascada y que según la Xunta actual "incurrió en vicios de nulidad". La polémica aprobación en 2001 motivó una denuncia del colectivo ecologista Rios con Vida que está en el origen de la revocación que ha aprobado la Xunta.
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