"Perseguimos el fichaje de un jugador español"

Kevin Wilson es el director internacional de los ojeadores (scouting) de los Knicks de Nueva York desde hace 11 años y una autoridad en la tarea de seguir y captar a los jugadores de cualquier rincón del mundo susceptibles de recalar en la NBA. Establecido en Barcelona hace más de 10, predijo que un chaval llamado Pau Gasol triunfaría algún día en la mejor Liga. Ahora sigue empeñado en la búsqueda de perlas capaces de reforzar el proyecto de los Knicks, siempre ambicioso, pero ahora más sólido con la presencia de figuras como Carmelo Anthony y Amare Stoudemire.

Pregunta. ¿En qué consiste su trabajo? ¿Qué jugadores de los equipos para los que ha trabajado, Utah y Nueva York, han pasado por sus manos?

La imprevisibilidad de los 'playoffs' es mínima. Me decepcionaré al ver a los Lakers y los Heat en la final

"Lo más necesario para competir en la NBA es dureza mental y emocional"

Respuesta. Aporto información, datos... Luego, tenemos un equipo técnico que también examina a los jugadores. Por ejemplo, si han llegado Gallinari [Nueva York y ahora Denver] o Kirilenko [Utah] es porque el director ejecutivo y los técnicos vieron lo que aporté y estuvieron de acuerdo. Es un proceso complejo y muy largo. Cuando se ficha a un jugador, se hace después de haber evaluado un mínimo de entre 80 y 120.

P. ¿En qué se fijan más?

R. Si utilizas un patrón, lo normal es que falles en algo. Si miras una cosa en concreto, quedas anticuado porque todo va cambiando: la mentalidad, el estilo de juego... Lo que es prioritario es observar a los jugadores en toda su dimensión. Su entorno y el aspecto cultural son fundamentales.

P. ¿Cuál es la estrategia de los Knicks?

R. Nueva York es la ciudad más cosmopolita y el equipo es un reflejo porque no distinguimos entre un extranjero, un californiano o uno de Brooklyn. Distinguimos entre los que nos pueden ayudar y los que no, sean serbios, chinos o siberianos.

P. Pero les va bien tener jugadores de procedencia diversa.

R. Para nosotros, es un plus. Si el jugador que nos puede ayudar es de Italia o teníamos a un ruso como Mozgov, con lo numerosa que es la comunidad rusa en Nueva York, es muy importante. El equipo queda mucho más integrado en la ciudad. Además, el jugador europeo suele ser inteligente, sabe jugar, sabe jugar en equipo, sabe su papel y siempre te va a dar lo que necesites de él.

P. ¿Hubo precipitación con Milicic, Tskitishvili o Cabarkapa?

R. Por cada fracaso de un europeo, hay 10 fiascos de jugadores norteamericanos. Evaluar el talento no es una ciencia exacta. Como dice Josean Querejeta [Baskonia] de los entrenadores, son como los melones: nunca sabes lo que tienes hasta que llegas a casa y lo abres. Puedes tener todos los datos posibles, haberles visto mil veces jugar partidos fantásticos y haber detectado su talento, pero, por diferentes motivos, no funcionan, no crecen o no llegan a cumplir lo que prometían. Pero, es verdad, hay una tendencia de muchos agentes de Europa a ver la NBA como la gallina de los huevos de oro. Creen que se van a hacer ricos y que el jugador va a ser el mejorcito del mundo. Y, en vez de pensar en subir el nivel del jugador, piensan solo en promocionarle en la NBA. Esto suele dar resultados nefastos para los jugadores.

P. Cuando reclutan, ¿deben tener especial atención con alguna característica del jugador?

R. Por mi experiencia, lo que más necesita un jugador en la NBA es dureza mental y emocional. Si mentalmente no están preparados, no van a jugar nunca. Hay jugadores que, una vez que firman un contrato allí, piensan: "Ya he llegado. Ahora soy importante". No entienden que es cuando empieza la guerra para ellos. Muchos quieren su puesto de trabajo. Hay una competencia feroz para estar allí. Si no tienes la dureza mental y emocional para soportarlo, no funcionas. Un gran jugador, amigo mío, me dice: "Tienes que recordar que ese chico que traes entrará en un vestuario con tipos muy fuertes, con mala leche, profesionales que van a saco con todo y, si entra allí uno que no tiene las ideas claras y no sabe de qué va, le van a comer vivo".

P. En ese sentido, ¿admira a algún jugador en concreto?

R. Todos los que han triunfado allí tienen ese don. Incluso aquí había gente que decía que Gasol es un blando. Yo siempre dije que tiene determinación mental y su dureza es diferente.

P. ¿Y el fenómeno de africanos como Ibaka o Eyenga, que han pasado fugazmente por España y ahora juegan en la NBA?

R. El tema de África es muy interesante. Es una mina. Eso también habla muy bien del programa que tiene España para reconocer, traer y desarrollar a esos jugadores.

P. Pero su paso por aquí es efímero.

R. Puede ser por el tipo de jugador. Aquí, la exigencia de ganar es muy alta y para apostar por un desconocido... Los africanos, además, cuentan como extranjeros, suelen tener poca experiencia y ser poco fiables en un partido de alto nivel... También el baloncesto es diferente. Los africanos tienen atletas impresionantes y aquí no se juega un baloncesto atlético, sino más táctico, más estático.

P. En los Knicks estuvo Sergio Rodríguez. ¿Jugará otro español en el Madison Square Garden?

R. Perseguimos un jugador español. Es un objetivo. Tengo una vicepresidenta de marketing y cada vez que hablamos me dice: "Tienes que traer un español. Mi vida será más fácil'. La comunidad hispana en Nueva York es muy grande. Contar con un español sería fantástico.

P. ¿Cuáles son las perspectivas de los Knicks?

R. Muy concretas. Una era estar en los playoffs. La otra, seguir buscando los jugadores adecuados para ganar el campeonato.

P. ¿Falta mucho para eso?

R. Esperemos que no. Depende de nosotros. Tenemos que ponernos las pilas y buscar los jugadores que encajen y hagan funcionar la máquina, aunque sean de Siberia.