El Schalke descuartiza al Inter
El vertiginoso ataque del conjunto alemán tritura a una defensa de ojos cerrados
El Schalke tiene respuesta para todo. A los varapalos replica con juego; a los mazazos, con goles. Sobre todo, frente a un Inter desgastado por su debacle en su Liga -perdió 3-0 ante el Milan- y la exigencia del Bayern en la anterior ronda europea. Un Inter, en cualquier caso, ridículo y desvencijado, despersonalizado del ejercicio defensivo que tan buen resultado le dio el curso anterior. Se tragó cinco goles, cinco sonrojantes goles. Excelente botín para un Schalke resultón que arruinó al rival y casi obtuvo el salvoconducto para las semifinales.
Denostado por muchos porque no es un equipo de juego brillante, ni siquiera sugerente, ya que tiene deficiencias -la salida de la pelota y la creación en la medular-, el Schalke es más de lo que parece. Sobre todo, en las eliminatorias, siempre con el remate preciso y el gol oportuno. Así se lo aclaró al Inter, que ejecutó una genialidad de Stankovic, recobró al mejor Milito y se defendió con los ojos cerrados.
INTER 2 - SCHALKE 5
Inter: Julio César; Maicon, Ranocchia, Chivu, Zanetti; Stankovic (Kharja, m. 24) (Córdoba, m. 63), Motta (Nagatomo, m. 76), Sneijder, Cambiasso; Eto'o y Milito. No utilizados: Castellazzi; Mariga, Materazzi y Pandev.
Schalke: Neuer; Uchida, Matip, Höwedes, Sarpei; Farfán, Papadopoulos, Jurado (Draxler, m. 83), Baumjohann (Schmitz, m. 76); Edu y Raúl (Karimi, m. 87). No utilizados: Schober; Escudero, Plestan y Junmin.
Goles: 1-0. M. 1. Stankovic. 1-1. M. 16. Matip. 2-1. M. 34. Milito. 2-2. M. 40. Edu. 2-3. M. 53. Raúl. 2-4. M. 57. Ranocchia, en propia puerta. 2-5. M. 75. Edu.
Árbitro: Martin Atkinson (Inglaterra). Expulsó a Chivu por doble amarilla (m. 62). También amonestó a Stankovic, Sarpei, Baumjohann, Raúl y Farfán.
80.000 espectadores en San Siro.
El conjunto alemán replica a los varapalos con juego; a los mazazos, con goles
Al italiano se le vio ridículo, desvencijado, despersonalizado
Inferior por nombres y toque, el Schalke no pone reparo alguno a su juego, por lo que explota sus virtudes hasta la saciedad. Juega por la banda derecha, donde corre y tira regates Farfán; se apoya en Jurado, que es la catapulta; incordia Edu, de carrocería y movimientos punzantes, y finaliza Raúl, siempre con la caña preparada. No es exagerado, pero lo suficiente para alcanzar el área adversaria, apocar al rival y probar fortuna en la suerte del disparo. Estéril desde lejos; terrible desde cerca. El primer gol llegó tras una jugada de estrategia: arrastres de todos menos uno al primer palo, centro al segundo poste y cabezazo del descolgado. Paró Julio César y Matip resolvió en el rechazo. Premio. Insuficiente para el Schalke, que juega sin titubear, feliz con el fútbol. Así que, al primer despiste del Inter, que adelantó la zaga, le pilló al contragolpe. Pase al hueco de Edu y doble remate. Doble premio.
Otro golpazo para el Inter, que no atendió a su tibieza defensiva, confiado en sus taladradoras, en sus delanteros. Palideció Eto'o, sin balones al pie. Y regresó el mejor Milito, desbravado en lo que iba de curso, más en la enfermería que sobre el césped. Y regresó porque el Schalke adelantó sus líneas, un arma peligrosa ante el delantero que mejor se mueve en los espacios. Dos pases al hueco le dejaron solo ante el portero, dos jugadas anuladas por un fuera de juego mal señalado. Pero a la tercera, cuando Cambiasso le puso el balón tras un centro de Sneijder, lo punteó a gol. La otra diana, la primera, la que se hizo nada más abrir el telón, también se produjo gracias a un movimiento de Milito. Se la dio Cambiasso en profundidad y Neuer, valiente, salió del área para despejar el cuero con la cabeza. Al centro, al eje del campo, donde Stankovic estaba plantado. Bola en el aire y remate acrobático por encima de todas las cabezas hasta besar la red. Un lujo, una maravilla. La única del Inter, que se difuminó al tiempo que el Schalke estiró las líneas.
Balón de lado a lado. Sin hacer ruido, pero de avance parsimonioso y seguro, el Schalke cobró protagonismo ante la impasibilidad rival. Hasta que apareció Jurado, que combinó con Raúl. Giro del 7, que aguanta la posición y el tipo, y remate al palo corto. Gol de ariete. Y, al siguiente ataque, Farfán centró raso al punto de penalti, donde Ranocchia, desafortunado, metió la pierna y la pata. Gol en propia puerta. La guinda, ya expulsado Chivu, la puso Edu con un remate lejano.
Cinco goles del Schalke. Cinco puñales al Inter. Saltó la banca.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.