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Reportaje:

Música de esperanza para Japón

El elenco, los músicos y el coro de 'L'elisir d'amore' ofrecen el día 7 en el Palau de les Arts un concierto a beneficio de las víctimas de la catástrofe

"Es un poema para tiempos muy difíciles", resume Nobuaki Nakata, japonés de Kioto y contrabajo desde hace cinco años de la Orquestra de la Comunitat Valenciana. Se refiere a un popular texto que se puede traducir como Resistir a la lluvia y que seguro se leerá el próximo jueves en el Palau de les Arts en un emotivo concierto. El mundo de la ópera de Valencia también se solidarizará con el pueblo japonés, víctima del terremoto y del tsunami del pasado día 11 de marzo, dos catástrofes ya de por sí demoledoras de forma aislada y que además han culminado con el mayor accidente nuclear.

Y si el elenco de la ópera L'elisir d'amore se ha puesto en bañador y en bermudas estos días para dar color a la rompedora escenografía playera del montaje creado para la obra de Donizetti, las grandes figuras internacionales del canto se arremangan ahora en colaboración con la Orquestra y con el Cor de la Generalitat para ofrendar este concierto tan especial.

Vargas: "Queremos enviar un mensaje de solidaridad a través de la música"
Nakata: "El pueblo japonés es muy fuerte y al final va a ganar"

"Lo que queremos es manifestar nuestro apoyo", explica el tenor mexicano Ramón Vargas, que en estas fechas encarna al enamorado Nemorino en el auditorio valenciano, "el dinero que juntemos no es algo tan significativo como para que cambiemos una situación tan dramática como la que están sufriendo; queremos enviar un mensaje de solidaridad a través de la música".

En eso, en la importancia de lanzar un mensaje de esperanza, puesto que es la palabra que más utilizan, están de acuerdo los dos músicos nipones de la Orquestra, la violinista Eri Takeya y Nakata, que lanzaron la idea de hacer un concierto y sus compañeros apoyaron desde el principio. "Toda la gente del coliseo es muy brava, se ofrecieron enseguida", explica Nakata, con palabras de agradecimiento, además de para cantantes y músicos, para los técnicos, el equipo de producción, el de comunicación...

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"Mi familia vive al oeste, en Kyoto, y están todos bien, pero tengo muchos amigos en el este", explica el contrabajo cosolista de la orquesta, preocupado ahora por el tema de la radioactividad: "En Japón tienen miedo, naturalmente, aunque ahora, científicamente, la cantidad de radioactividad no sea peligrosa". Nakata recuerda la angustia de los primeros momentos: "No pude dormir, me pasé enganchado a Internet todo el día; llamaba a Japón y no había comunicaciones". Pero se ha repuesto: "Estuve muy mal; ahora, OK".

Takeya está tranquila porque sus padres están bien en Tokio. "Tienen problemas para comprar alimentos y en el suministro de gas y electricidad, pero poco a poco mejora la situación". En principio, recibió un mensaje de su hermano que la tranquilizó pero luego no tuvo comunicación durante días. También estuvo preocupada por muchos músicos amigos de la orquesta de Sendai, la gran ciudad más afectada. Están todos bien. No así los miles de fallecidos y desaparecidos de las costas próximas, para los que interpretará música "con el corazón" el día 7.

El jueves estará dirigida, a las 20.00, por la batuta de futuro director musical de la institución, el israelí Omer Meir Wellber, que también dirige L'elisir d'amore. Y aunque según Vargas el programa no está ultimado, se pretende que esté integrado por una selección de arias de Puccini, Verdi y Massenet, tangos, pasajes para coro, así como movimientos orquestales. Al tenor mexicano incluso le gustaría cantar Granada. "Queremos que cada uno haga lo que mejor quiera y pueda", explica el tenor, que añade que tampoco pretenden que sea un homenaje triste a las víctimas, sino un mensaje alegre de apoyo. No obstante, entre las piezas previstas figura el réquiem Lacrimosa de Mozart.

Por su parte, el bajo-barítono uruguayo español Erwin Schrott, que intenta estos días engañar con los brebajes de Dulcamara al ingenuo Nemorino, se ha propuesto interpretar el tango de Pablo Ziegler Milonga en el viento.

Y mientras llega el concierto, para animar al público a llenar el Palau de les Arts, entre todos han grabado un vídeo que han colgado en la web de la ópera de Valencia. "Los japoneses tienen muchos sufrimientos en este momento y están haciendo muchos esfuerzos", explica en un esforzado castellano en el vídeo Takeya.

Wellber explica en italiano que quiere que "los músicos japoneses se sientan abrazados, lejos de casa pero cerca de las personas que han sentido este gran dolor, esta gran catástrofe que está sucediendo en Japón". Y las intervenciones se suceden en apenas 100 segundos. "Queremos mandar a Japón todo nuestro apoyo", cuenta la soprano Rocío Ignacio, que encarnará el papel protagonista de la ópera de Donizetti, el de Adina, los días 8 y 10 de abril, y que en el vídeo aparece junto a Vargas, que insiste en las intenciones del elenco: "Concierto para ayudar, para recordar, para apoyar al pueblo del Japón". La soprano Ilona Mataradze, Giannetta en la ópera, también se ha sumado a la iniciativa, y desde el Cor de la Generalitat, Javier Tortosa, afirma ante la cámara categórico: "Pensamos en vosotros y cantamos para vosotros".

Mientras, las representaciones de la ópera de Donizetti se suceden estos días con representaciones programadas para esta misma noche y para los días 5, 8 y 10 de abril. "Es un gran éxito para la ciudad y para nosotros y estamos bien contentos que así sea", asegura Vargas.

Las entradas para Concert pel Japó tienen un precio único de 30 euros. Se pueden adquirir las localidades a través de la web www.lesarts.com, en las taquillas del centro de artes en su horario habitual, de lunes a viernes de 11.00 a 18.00 de forma ininterrumpida y sábados de 11.00 a 14.00; y en la línea de venta telefónica 902 202 383.

Hasta ese día, Takeya prefiere permanecer activa: "Preocuparse no sirve de nada, hay que elegir la información adecuada y luego tomar decisiones". Y su compatriota en la orquesta mantiene el optimismo. "Aunque el terremoto fue fortísimo y el tsunami muy grande, y luego ocurrió el desastre nuclear, el pueblo japonés es fuerte y al final va a ganar", resume Nakata, "pero ahora no solo necesita dinero, necesita la ayuda y el apoyo cordial de otros pueblos".

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