Baltar y Guerra dicen tener alternativas para Xero en Ourense

La empresa Xero fabricará en Ourense el coche eléctrico baltarcito. Lo aseguró ayer rotundamente el presidente de la Diputación, reacio a admitir, en contra de las manifestaciones del día anterior del conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, la imposibilidad de que la firma británica se implante en Melón.

Baltar niega haber mentido. Y para sustentarlo, advierte que es posible negociar y comprar a los 200 propietarios de las parcelas el terreno que requiere la empresa, aunque ya advierte de que "si alguno cree que va a hacer el negocio de su vida, vamos mal". Sí descarta, sin embargo, recurrir a la expropiación. "Ya sería más complicado, porque llevaría meses", reconoció, después de que la empresa haya asegurado que necesita la fábrica lista para producir en 2012.

Mientras a secretaria de organización del PSdeG, María Quintas, pedía la dimisión del conselleiro por "haber mentido a sabiendas" sobre la ubicación de esta planta, anunciando "importantes ayudas institucionales y la creación de más de 1.000 empleos", el barón del PP de Ourense explicaba en Ourense, a preguntas de los periodistas, que si no negoció antes con los propietarios, como parece lo lógico, fue por estrategia, "para mantenerlo en silencio".

Ayer, el presidente de la Diputación, promotora de la negociación con Xero, pidió un informe sobre las posibilidades de compra de las 200 parcelas, pero avanzó que, en el caso de que no sea factible, tiene un plan B. E incluso un plan C que, de momento, no desvela. De hecho, destacó que la opción de Melón pudo haber fracaso por un "problema de espías que quieren que la fábrica vaya a otra parte". "Había que andar con sigilo porque las informaciones perjudican", precisó.

Carta de intenciones

No solo Baltar garantiza que Xero se instalará en Ourense. También el conselleiro de Industria. "Firmamos una carta de intenciones con la empresa", aseguro ayer en Santiago, informa Pablo Linde. Ante la insistencia de los periodistas para conocer hasta qué punto está blindada esta posibilidad, respondió: "Una carta de intenciones es una carta de intenciones".

Sobre la petición de los socialistas ourensanos de su dimisión, replicó que la entendería "si la empresa se hubiera asentado en Rotterdam". "Pero estamos comprometiendo 1.000 empleos en Ourense. Me gustaría saber cuántos proyectos como este vinieron en la anterior legislatura", retó.