La vida después del desastre

El Festival de Málaga Cine Español llegó ayer a su ecuador. Y lo hizo sin demasiado ruido, ese que ha acompañado los pases de prensa de la sección Oficial en días precedentes en cuanto los jóvenes apostados a las puertas del Teatro Cervantes divisaban a sus ídolos televisivos trasmutados en actores de la gran pantalla. Ayer por la mañana no hubo nada de eso. En el photocall solo deslumbró la serena presencia de una actriz veterana, Rosana Pastor, acompañada de la joven actriz venezolana Erika Santiago, cándida e ilusionada en su debut en cine. Ambas defendieron ayer la cinta Hora menos, ópera prima del actor, guionista y ahora director Frank Spano.

El filme se ambienta durante las lluvias torrenciales que sepultaron a 15.000 habitantes de la ciudad venezolana de Guaira en 1999. Isabel (Rosana Pastor), una enfermera española que lleva 15 años trabajando en Venezuela, y Yudeixi (Erika Santiago), una joven marginal, se encontrarán durante una tragedia que, en cuestión de horas, les quita su pasado y les convierte en emigrantes de la noche a la mañana. Las dos viajan como refugiadas a Canarias, recuperándose del trauma y aprendiendo a entenderse y aceptarse; entre errores y excesos van forjando una complicidad capaz de hacerles sobrevivir en un país que, en muchas ocasiones, les resultará más hostil que hospitalario.

El director Isaki Lacuesta recibe el premio Eloy de la Iglesia

'Buenos Aires cuatropuntocinco' muestra una ciudad azotada por la crisis

Spano, que se mostró muy satisfecho de que este drama social "poco complaciente con ningún sistema político" fuera seleccionado para la sección Oficial a concurso del certamen, definió la película como "una road movie a pie", una "historia de vida-muerte-vida, de resurgir, que trata de acercar una emoción". El director panameño ensalzó las ventajas de la coproducción -la cinta es española y venezolana- por "mejorar las condiciones de financiación" de los proyectos y como medio para hacer llegar "las historias a más gente". Hora menos se estrenará a finales de noviembre.

Por su parte, Rosana Pastor resaltó que esta cinta es una "película de actrices" que narra las vivencias de dos "mujeres incompletas" que aún "no han encontrado su lugar en el mundo" y a quienes esa catástrofe natural "las pone a cero y se ven forzadas a rehacer su vida".

La actriz valenciana afirmó que su participación en esta película, rodada entre Venezuela y Canarias, supuso "una locura maravillosa" y agradeció al director que la escogiese para el papel protagonista "aún sin conocerme personalmente".

Junto a Hora menos, la única cinta que ayer se exhibió en la sección Oficial, el protagonista de la quinta jornada del festival fue uno de los directores de cine españoles más interesantes del momento, Isaki Lacuesta, quien anoche recibió el premio Eloy de la Iglesia, con el que el certamen reconoce la labor de jóvenes directores cuya trayectoria se aparta de los cánones establecidos. Lacuesta, que por la mañana impartió una masterclass en el Museo Picasso, ha dirigido cuatro largometrajes: Cravan vs Cravan, La leyenda del tiempo, Los condenados y La noche que no acaba, cinta sobre la vida de la actriz Ava Gardner estrenada en el Festival de San Sebastián de 2010 y que ayer se pudo ver en el de Málaga.

El cineasta catalán, autor de numerosos cortometrajes e instalaciones como la que estos días se puede ver en el CAC Málaga (El rito), acaba de terminar su último proyecto, Los pasos dobles, una aventura rodada en Malí con la colaboración del artista Miquel Barceló.

Las secciones paralelas del festival tuvieron ayer un marcado acento nacional. Por un lado, en ZonaZine se pudo ver Buenos Aires cuatropuntocinco, una producción muy innovadora 100% malagueña en la que los actores crearon la historia y trabajaron sin guión. Sus responsables son cinco hermanos malagueños, los Ruiz, si bien está dirigida por dos de ellos, Toni y Juanlu Ruiz, y su amigo Israel Mondéjar. La cinta narra las peripecias de distintos personajes que convergen en la misma época en un Buenos Aires azotado por su enésima crisis económica. La película se rodó en 13 días y solo contó con un guión una vez acabada, ya que los diálogos y situaciones surgieron de la improvisación de los actores durante el rodaje.