Cuatro cuerpos policiales acaban con la banda más buscada de España
Uno de los arrestados está acusado de matar a una cajera de un banco de Cambrils
Era la banda de atracadores más buscada de España. Sobre sus espaldas pesaban medio centenar de robos cometidos principalmente en la cornisa cantábrica. Sin embargo, el más grave se produjo en Cambrils (Tarragona) el 25 de octubre del año pasado, cuando dos ladrones entraron con pelucas, bigotes y barbas postizas en una sucursal del banco Santander y mataron a Estela Calduch, una cajera, de un tiro en el cuello.
La Operación Cornisa, el primer trabajo conjunto entre un total de 150 agentes de la Ertzaintza, el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra, concluyó ayer con la detención de cinco integrantes de un grupo que empleaba un modus operandi "sofisticado", según indicó el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares. Cuidaban escrupulosamente su seguridad y dominaban los métodos de caracterización, algo que les permitía perpetrar los robos sin tapar su rostro.
El presunto homicida es un conocido hostelero de Castro Urdiales
Johnny, supuesto líder de la banda, Robert, Loren, Bravo y otro hombre más fueron apresados ayer en Bilbao, donde se produjeron tres detenciones, en Portugalete (Vizcaya) y en Castro Urdiales (Cantabria). En esta última localidad, la Guardia Civil arrestó a Bravo, presunto autor material del crimen de Cambrils. El hombre, de 41 años y originario de Burdeos (Francia), es un conocido hostelero de Castro Urdiales, según fuentes policiales. El resto son españoles, de entre 35 y 54 años. Su compañero en el atraco de Cambrils aún no ha sido arrestado.
El conseller de Interior de Cataluña, Felip Puig, explicó que la banda, activa desde 2005 y que a partir de 2008 cometió una media de un robo al mes, permanecía en una "parada preventiva" tras el asesinato de Calduch al temer la persecución policial. De hecho, las cámaras de seguridad del banco captaron las imágenes de los rostros de los dos asaltantes, pese a ir disfrazados.
El Juzgado de Instrucción número 3 de Reus abrió ayer diligencias por revelación de secretos y obstrucción a la justicia, según indicó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). El objetivo es "determinar de dónde han salido las informaciones de una causa declarada secreta".
Una portavoz del TSJC indicó que la decisión persigue conocer el origen de las informaciones, y no aclaró si el juez citará a declarar a los consejeros por dar noticia a los medios de la operación. Los Gobiernos catalán y vasco declinaron opinar sobre la iniciativa del magistrado.
Está previsto que los presuntos atracadores pasen mañana a disposición judicial en Reus.
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