Louzán encalla en Val Miñor

La estrategia del PP de Pontevedra de absorber a las candidaturas independientes de su espectro ideológico ha encallado en el Val Miñor. Rafael Louzán, líder popular en la provincia y presidente de la Diputación, ha centrado el tiro en la integración de pequeñas formaciones para garantizarse la continuidad al frente del organismo provincial, cuyo control se decidió por estrecho margen en 2007. Sin embargo, la unión de la derecha lograda en Mos y O Porriño, articulada en torno a mociones de censura, no se traslada con facilidad al resto del sur pontevedrés.

En Nigrán, la negociación con Unión Centrista de Nigrán ha entrado en vía muerta. Su líder, Antonio Fernández Comesaña, acusó al candidato popular, Alberto Valverde, de ofrecerle un cargo de asesor -"muy bien retribuido"- en la Diputación a cambio de hacerse a un lado y no formar parte de la lista. Por su parte, Valverde atribuyó el fracaso de las conversaciones a la intención de Fernández Comesaña de que el PP asumiese la deuda de su partido. Tras las desavenencias, Louzán intervino para dejar abierta la puerta a la integración, pero ambos se muestran escépticos. Además, UPyD se presenta en este municipio con un candidato conservador, Jorge Sanromán, que militó en el PP.

En el partido de Tui, el presidente de la Diputación se juega su futuro

En cambio, en Gondomar, más que lograr la integración del centro-derecha, se trata de evitar la descomposición del partido. Allí, una moción con ediles del PP -que se dieron de baja pero siguen bajo estas siglas-, tránsfugas del PSdeG y un concejal de Move Gondomar desbancó al BNG en 2009. Ante la decisión del actual regidor, Martín Urgal, de no concurrir, incluso se convocaron primarias para elegir al alcaldable popular.

No obstante, el presidente provincial abortó esta posibilidad e impuso un candidato ajeno a las bases locales, Fernando Guitián, que anunció su intención de presentar una lista totalmente renovada. "Lo que necesita el PP y lo que nos demanda el ciudadano", argumenta. Guitián, un promotor inmobiliario desconocido en la zona, se presenta como garantía de regeneración en un municipio azotado por los escándalos urbanísticos y políticos.

Sin embargo, su idea de no contar con los actuales ediles ha abierto un cisma entre la militancia. De hecho, el propio Louzán tuvo que acudir a Gondomar para apagar el incendio. El dirigente pontevedrés les ha intentado tranquilizar diciendo que se contará con todos, en lo que algunas fuentes interpretan como una táctica de hacer correr el calendario y dejarles sin margen para articular una alternativa. Por su parte, Natalia Salgueiro, portavoz municipal y una de las se postuló para encabezar la lista, niega el riesgo de ruptura, y asegura que prosiguen las negociaciones con el candidato.

Para complicar aún más el panorama electoral, el tránsfuga socialista Alfonso de Lis, primer teniente de alcalde y hombre fuerte del Gobierno surgido de la moción de censura, ha creado Iniciativa por Gondomar. Además, está por ver si Move Gondomar -una escisión anterior del PSdeG y que participa en el actual Ejecutivo- vuelve a presentarse. Tampoco está claro qué hará Manuel Gómez, otro tránsfuga, que medita si continuar con De Lis, aceptar una oferta del PP o crear otro partido.

Con todo, es en el partido judicial de Tui en el que Louzán se juega su continuidad al frente de la institución provincial. Allí ya consiguió la integración en O Porriño y en Mos, pero sus propósitos se han atascado en Tui y en Tomiño, en los que hasta el momento solo ha logrado su propósito de manera parcial, ya que en estos dos municipios son varias las candidaturas independientes que surgieron del PP.