Un capricho tentador

Un descapotable muy cuidado para ver y ser visto. La tercera generación del SLK refuerza su poder de seducción con un traje que recuerda al SLS alas de gaviota, el nuevo icono de Mercedes. Mantiene el techo metálico plegable de sus antecesores, que ahora puede ser también de cristal y estrena una mecánica afinada que reduce el consumo sin mermar las prestaciones y mejora la comodidad sin penalizar el dinamismo. Es uno de los cabrios biplaza con mejor compromiso entre deportividad y confort. La evolución se completa con un interior más refinado y equipamientos innovadores como el acceso a Internet.

El SLK 2011 saldrá a la venta el próximo 31 de marzo a partir de 42.300 euros (motor 1.8 turbo de 184 CV). Los precios son lo menos convincente, porque aparte de ser elevados, cuesta unos 1.000 euros más que los Audi TT Roadster y BMW Z4 equivalentes, que ofrecen además más potencia (211 y 204 CV, respectivamente). Afortunadamente, la dotación de serie resulta completa y evita desembolsos adicionales.

Tanto la carrocería como el interior recuerdan ahora al SLS y potencian la presencia y el atractivo de este Mercedes. El techo de metal plegable, de serie en toda la gama, puede reemplazarse opcionalmente por uno de cristal con transparencia variable: si hace mucho sol, basta pulsar un botón para oscurecerlo. El interior está muy bien acabado, y sus dos plazas son aptas para todas las tallas. El maletero crece ligeramente y ofrece 225 litros al circular descubierto y 335 con el techo cerrado.

Todos los motores incluyen inyección directa y Start&Stop y aprovechan las mejoras aerodinámicas de la carrocería (el Cx baja de 0,32 a 0,30) para reducir el consumo. Con cualquier propulsor, el SLK divierte al volante por su agilidad, propulsión trasera y rapidez de dirección. En el lanzamiento estarán disponibles tres mecánicas de gasolina. La versión básica es la 1.8 turbo de 184 CV, que viene con cambio manual de seis marchas, consume 6,4 litros de media y aporta ya prestaciones elevadas: acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos. Los otros dos motores, 1.8 turbo de 204 CV y 3.5 V6 de 306 (47.600 y 57.150 euros), vienen con cambio automático de siete marchas y tienen también consumos reducidos: 6,2 y 7,1 litros. El cambio automático puede montarse como opción en el motor de 184 CV y hace que el gasto baje a 6,1 litros.

En otoño la gama se completará con un motor 2.2 turbodiésel de 204 CV y, algo más adelante, llegará la versión deportiva AMG, con mecánica V8 y unos 400 CV.