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Camps: "Si contratamos arquitectos, son ellos los que diseñan"

El Consell justificó los sobrecostes de Calatrava frente a la oposición y los técnicos

El arquitecto Santiago Calatrava ha cobrado 2,7 millones de euros por el masterplan, el anteproyecto y el proyecto básico del Centro de Convenciones de Castellón, una iniciativa de la Generalitat que está paralizada. Supone el 4,5% de los 60 millones del contrato. El conjunto de sus honorarios, con proyecto de ejecución y dirección de obra incluidos, superaría los 7,5 millones (un 12,5% del presupuesto), dado que su propuesta ya prevé sobrecostes (lo que incrementa proporcionalmente sus beneficios). Todo esto se sabe gracias a que la diputada de Esquerra Unida Marina Albiol ha revelado el contrato y la documentación de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana.

Luna preguntó al jefe del Consell si evitaba que pusieran pegas al arquitecto

Sin embargo, no es el más voluminoso de los encargos ni de los sobrecostes protagonizados por Calatrava, que, además de suscitar la impugnación de los técnicos -como demuestra el caso del Centro de Convenciones, que "excedía" todas las previsiones, según el director técnico de Proyectos Temáticos- han sido reiteradamente denunciados por la oposición en las Cortes Valencianas. "A Eiffel le pusieron coto, a casi todo el mundo le ponían coto, excepto ustedes", exclamaba en noviembre de 2005 el diputado socialista José Camarasa al preguntar al consejero de Economía, Gerardo Camps, por qué el proyecto de las Ciudad de las Artes y las Ciencias, que los socialistas habían presupuestado en 35.000 millones de pesetas, lo que fue calificado por el PP en 1995 de "derroche", "obra faraónica" y "capricho de Lerma", costaba ya 120.000 millones de las antiguas pesetas.

Gerardo Camps respondió entonces algo que se ha convertido en una costumbre. "Quien ha tomado las decisiones ha sido don Santiago Calatrava", aseguró. "Cada modificación y cada obra accesoria tienen que venir determinada por la dirección técnica de las obras. Y sí que es verdad. El gobierno de la Generalitat podía no haberlas aceptado. Pero entendíamos que cuando la dirección técnica lo pedía, estaba suficientemente fundamentado para mejorar el proyecto".

Tal actitud ha llevado a que el complejo de las Ciudad de las Artes supere ya los 1.282 millones de euros (más de 213.000 millones de las antiguas pesetas) y acumule sobrecostes de más de 624 millones de euros, según la Sindicatura de Comptes, que ha advertido de la falta de modificados de obra que justifiquen los cambios en los proyectos. Unos modificados y sobrecostes sobre los que ha preguntado reiteradamente el portavoz parlamentario socialista, Ángel Luna, que, por ejemplo, en junio de 2010 pidió explicaciones a Francisco Camps sobre el tema. "Un destacado miembro de su gobierno ha dicho en alguna ocasión que, cuando al arquitecto se le ocurría algún capricho y le ponían pegas para hacerlo, bastaba con que se reuniera con usted para que esas pegas se eliminaran y el capricho del arquitecto se pudiera llevar a efecto. ¿Es verdad eso?", preguntó el diputado.

Camps le acusó de llamar caprichoso a Calatrava. "Que lo sepa todo el mundo, que sepa todo el mundo que el señor Luna acaba de llamar caprichoso al arquitecto más importante que ha tenido toda nuestra historia", exclamó el jefe del Consell, que añadió: "Les recuerdo que cuando nosotros contratamos arquitectos son ellos los que diseñan, no como ustedes, que intervienen incluso en el diseño de los propios arquitectos".

Contradicciones de Rambla sobre el contrato

Para Esquerra Unida, el asunto del Centro de Convenciones de Castellón es similar al caso Palma Arena, encargo de un auditorio por el que están imputados judicialmente el ex presidente balear, Jaume Matas, y el arquitecto Santiago Calatrava, que cobró 1,2 millones por un proyecto y una maqueta. La Generalitat trató de salir al paso el miércoles del escándalo que levantó la publicación del contrato con el arquitecto para el Centro de Convenciones, por el que la empresa pública Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana pagó 2,7 millones a Calatrava al tiempo que dejaba sentado que su proyecto no respondía a las previsiones. El vicepresidente Vicente Rambla aseguró en Castellón que el Consell no aceptaba los sobrecostes y exigía que el proyecto se ajustara al contrato, contradiciendo lo manifestado, entre otros, por el vicepresidente Gerardo Camps.

La portavoz parlamentaria y coordinadora de Esquerra Unida, Marga Sanz, acusó ayer a Rambla de evidenciar "cómo despilfarra el PP el dinero público". Según la diputada, Rambla "no hace más que dar bandazos e intentar justificar lo injustificable. Los documentos hechos públicos por Esquerra Unida hablan por sí mismos, y que Rambla niegue los sobrecostes del Centro de Convenciones de Castellón contradice, además, lo confirmado hace sólo unos meses por el propio consejero de Economía y presidente de la Sociedad Proyectos Temáticos, Gerardo Camps, y por el secretario autonómico José Manuel Vela". Sanz aludía a la respuesta a una pregunta de la diputada Marina Albiol, en la que Vela aseguró que el aumento de superficie de 16.980 metros cuadrados a 62.120 había supuesto una ampliación del coste de 60 a casi 90 millones de euros.

La portavoz de Esquerra Unida dijo que Rambla "se burla de los ciudadanos" y reclamó explicaciones urgentes en las Cortes Valencianas.

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