PP y PSdeG se unen para pedir al Banco de España que "no discrimine" a la caja gallega
Populares y nacionalistas reclaman "plena autonomía" en las políticas de empleo
Solo al final del proceso y cuando Novacaixagalicia corre un riesgo serio de desaparecer con la consiguiente fuga del ahorro gallego, se han encontrado el Partido Popular y el PSdeG. La conversación que mantuvieron el pasado jueves el presidente Alberto Núñez Feijóo y el líder del PSdeG, Pachi Vázquez, después de que el Congreso de los Diputados ratificase el decreto de reestructuración financiera que amenaza el futuro de la entidad gallega, ha despejado el camino para que socialistas y nacionalistas presionen juntos al Banco de España y lograr que Novacaixagalicia (NCG) pueda convertirse en banco y mantener su obra social. El acuerdo se escenificó ayer en el hemiciclo al final del debate sobre el estado de la autonomía. Ambos partidos pactaron una resolución que pide al Banco de España "un trato no discriminatorio entre las entidades financieras ni por su naturaleza jurídica ni por su procedencia geográfica".1Se trata de que el regulador no haga distinción entre sus exigencias a bancos y cajas, pero, sobre todo, que Cataluña y Madrid no reciban un trato preferente en el proceso. Es parte del principio de acuerdo alcanzado por Feijóo y Pachi Vázquez en la charla telefónica de la semana pasada. Ambos tienen el convencimiento de que hay margen para que NCG siga viva, aunque sea convertida en banco si el regulador quiere. El texto pactado por socialistas y populares pide al Banco de España "que en las demandas de capitalización solicitadas a las entidades financieras tenga en cuenta los diferentes grados de saneamiento extraordinario efectuados, considerándolo como el verdadero sistema de garantías de terceros".
Unanimidad de los tres grupos para rechazar el copago de servicios sanitarios
El BNG votó en contra, según anunció su viceportavoz, Ana Pontón, "porque ya está bien de juegos florales para ocultar que renunciaron a que Galicia tenga una caja propia". Durante los dos días que duró el pleno extraordinario, tanto Pontón como su jefe de filas, Carlos Aymerich, culparon por igual a socialistas y populares de la situación crítica en la que está NCG con la última legislación aprobada en el Congreso con los votos del PSOE y la abstención del PP. Su petición a la Xunta para recurrir esa norma ante el Constitucional acabó en la papelera.
El acuerdo sobre la caja es el primer titular que deja el debate. El segundo: que si lo que pretendían los populares era salir del hemiciclo con una pinza junto al BNG contra el Gobierno de Zapatero, el partido de Feijóo solo se quedó a medias. Siete de las 35 resoluciones que propuso ayer en la Cámara autónoma, las más relevantes, son deberes para el inquilino de La Moncloa. El Bloque solo dio su visto bueno a tres.
Populares y nacionalistas pactaron exigir al Gobierno central la retirada del recurso ante el Constitucional contra la ley del catálogo de medicamentos, que limita el pago de fármacos al más barato. Ambos coincidieron también en demandar a Zapatero que otorgue a la Xunta "plena autonomía en las políticas activas de empleo". Y acordaron reclamar al Estado 805 millones del pacto de financiación autonómica, después de que los populares aceptasen crear una comisión en el Parlamento gallego que siga la evolución del acuerdo alcanzado en su día en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Los socialistas se abstuvieron en ese punto.
BNG y PP también sacaron adelante resoluciones para pedir la revisión del decreto del carbón y evitar posibles perjuicios e Galicia y demandar también al Gobierno las competencias de investigación oceanográfica y tráfico de Marina Mercante. Las reclamaciones de más fondos para dependencia, para cumplir los plazos del AVE o mejorar la cuota de capturas de la flota gallega las tuvo que sacar el PP en solitario.
Constatada la creencia del PP de que los grandes problemas de Galicia tienen solución en Madrid, los populares sacaron adelante su propuesta estrella del debate: enviarán en las próximas semanas a la Cámara un proyecto de ley que ponga techo al endeudamiento de la comunidad incluso en épocas de bonanza. El PP también aprobó una iniciativa que da a Medio Rural otro año para que tenga lista la retrasadísima ampliación de la Red Natura, después de que la UE haya amenazado con una multa por esa demora.
En total, 68 iniciativas fueron aprobadas en otra caótica sesión parlamentaria. Si sucede lo del año anterior, la mayoría se quedarán en buenos propósitos. No llegará siquiera a esa categoría la intención del PSOE de "declarar incompatible con la regeneración democrática la inclusión de tránsfugas en las listas electorales". Los tres grupos lograron la unanimidad en el rechazo al copago por servicios sanitarios.
El adiós de Ruiz Rivas
Con los ojos brillantes y la mirada a ratos extraviada, sobrellevó Manuel Ruiz Rivas los elogios de Alberto Núñez Feijóo, en la primera jornada del Debate sobre Política Xeral. Diputado desde 1993, Ruiz Rivas deja la portavocía del grupo que ocupó durante los últimos cuatro años para volver a casa y "convertirse en alcalde de Ribeira", su sueño personal más que político. El diputado más longevo en la institución continuará, no obstante, en su escaño. Para su despedida como portavoz, el grupo, puesto en pie, le deparó una calurosa ovación.
Ruiz Rivas tiene por delante el reto de revalidar la mayoría absoluta de un histórico del partido, José Luis Torres Colomer, aspiración que había descartado cuando el pasado septiembre la dirección provincial decidió proclamar de nuevo al veterano regidor como cabeza de cartel. La repentina decisión personal de Torres Colomer de retirarse de la carrera ha cambiado sus planes.
La dirección del grupo popular pierde a uno de los escasos referentes galleguistas del PP, a un látigo primero del bipartito y ahora de la oposición, pero también, y son palabras de dos dirigentes de PSdeG y Bloque, a "un hombre de fiar, que acostumbraba a cumplir con su palabra". Como sustituto más probable, el partido maneja la opción del ahora viceportavoz Pedro Puy.
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