El Espanyol tiene bastante con Verdú

Al calendario le sobran partidos, sobre todo si ofrecen tan poco como el de ayer en Cornellà-El Prat. Los habrá peores, incluso, porque Verdú pintó un golazo que queda para el recuerdo. Algo es algo. Pero el partido fue malo, porque el Espanyol promete mucho pero esta vez cumplió solo con el resultado. No brilló ante un equipo menor como el Deportivo, un grupo pillado con pinzas, que juega a lo que puede, sobre todo si lo hace con uno menos la mayoría del duelo y si no puede contar con Guardado.

Siendo generosos, los locales jugaron mal y el Deportivo hizo lo que pudo. A partir de tal premisa, asomó Verdú. Y al Espanyol le sobró con su talento para despachar al rival gallego. Pero el equipo de Pochettino se estiró con tan poco criterio que con Callejón y Verdú no le alcanzó para ligar el juego que había exhibido otras veces. Y eso que le vino bien el regreso de Javi Márquez y Baena a la alineación titular.

Pero lo que le sentó de perlas al Espanyol fue la rotundidad con la que el árbitro expulsó antes del descanso a Pablo Álvarez. Ni por esas. Resultó un muermo el partido, a no ser que baste con mirar al resultado. En ese caso, haber pagado entrada lo justificaría el gol de Iván Alonso, el primero que logra este curso. Pero todavía fue mejor el golazo de Verdú. Desde el vértice del área controló con la izquierda y empalmó con la derecha un trallazo que se coló por la escuadra.

Sin partitura no hubo fútbol, solo puntos. Con esos 43 y con el debut de Thievy, de 18 años, un juvenil francés que compatibiliza sus actuaciones con el filial, -van 16 estrenos- a Pochettino le sobran razones.