Otro desmadre del Atlético
Los goles de Agüero y las paradas de De Gea salvan el empate del equipo de Quique en Almería
El instinto asesino de Agüero y la excelencia de De Gea bajo los palos salvó de la quema al Atlético en el correcalles que planteó en Almería, donde empató, pero lo mismo pudo ganar que pifiarla. Por más que lo intente Tiago, no hay manera de que el conjunto rojiblanco hile dos encuentros tranquilo. La tendencia del plantel al libre albedrío, apelando a la pegada de Agüero y Forlán como único argumento, convierte el escenario más favorable en una ruleta rusa.
Aunque vislumbró el camino contra el Villarreal, el equipo de Quique Flores se volvió a descontrolar. Las turbulencias en la defensa, en la que Perea dio un recital de lo que no debe hacerse jamás, desestabilizó al resto de las líneas, que optaron por un fútbol directo para tomar la plaza andaluza, donde el Atlético no ha ganado nunca.
ALMERÍA 2 - ATLÉTICO 2
Almería: Diego Alves; Míchel Macedo, Marcelo Silva, Carlos García (Acasiete, m. 80), Luna; M'Bami, Bernardello; Feghouli (José Ortiz, m. 67), Kalu Uche (Goitom, m. 62), Crusat; y Ulloa. No utilizados: Esteban; Corona, Vargas y Juanma Ortiz.
Atlético: De Gea; Ujfalusi, Perea, Godín, Filipe Luis; Reyes, Tiago, Mario Suárez, Elías (Koke, m. 62); Forlán y Agüero. No utilizados: Joel; Antonio López, Assunção, Raúl García, Juanfran y Diego Costa.
Gol: 0-1. M. 40. Agüero cruza el balón ante Diego Alves tras un centro por alto de Tiago. 1-1. M. 49. Crusat, por la escuadra. 1-2. M. 61. Agüero recorta y remata con la izquierda. 2-2. M. 76. Goitom cabecea un centro.
Árbitro: Iglesias Villanueva. Amonestó a Carlos García, Elías, Bernardello, Mario Suárez y Filipe Luis.
Unos 13.000 espectadores en el estadio de los Juegos Mediterráneos.
Enfrente, el cuadro de Oltra dio una lección de cómo mover el balón hasta que se quedó sin gasolina en el tramo final. Pese a disponer de una hucha mucho más modesta, el Almería interpretó el juego con estética y valentía. Lo mismo le dio no poder contar con Corona ni Piatti, que le tenía tomada la medida al Atlético con cuatro goles en siete duelos. Con o sin ellos, el Almería trata con esmero la pelota, sobre todo los contragolpes, que tira como los ángeles. Es una de las marcas de identidad de la casa, como los chispazos de genio de Crusat, que no permitió que el grupo se arrugara.
Aunque Quique mantuvo el mismo bloque que dejó tan buen sabor de boca frente al Villarreal, con la única novedad de Perea por el sancionado Domínguez, el Atlético salió aletargado. A los siete minutos, con la zaga en fase REM, De Gea se lució salvando un remate de Crusat en el área. Los mismos protagonistas volvieron a verse las caras un cuarto de hora más tarde. El arquero salvó a córner un chut teledirigido a la escuadra facilitado por la apatía de la defensa.
La torrija del Atlético animaba al Almería, pero Ulloa tampoco atinó ante De Gea después de una combinación al primer toque que sacó los colores a Perea y Godín. Sin embargo, en pleno apogeo local, un error del principal referente del Almería dio vuelo al Atlético: una pérdida de balón de Crusat provocó que Tiago asistiera a Agüero. El medio portugués se inventó un pase bombeado que el Kun cruzó a la red tras una mala salida de Diego Alves, ayer menos fiable que en otras ocasiones.
El castigo no detuvo al Almería, que se mantuvo fiel a su ideario. Crusat le dio la razón con un golazo por toda la escuadra tras un mal despeje de Perea, que dejó muerta la pelota en el centro del área. Mientras el colombiano azuzaba el avispero rifando el balón al mejor postor, Agüero dio un punto de cordura a la tarde fabricándose un gol delicioso. En pleno desmadre El Kun recibió el cuero por la derecha, se lanzó al galope, recortó a Carlos García y Luna con un golpe de cadera, y tras acomodarse la pelota con la derecha definió con la izquierda rasito y lejos de Alves.
De nuevo por delante sin merecerlo especialmente, el Atlético no aprovechó la oportunidad para dormir el partido y meterse los tres puntos en el bolsillo. Marcelo Silva avisó que el Almería estaba muy vivo, pero no acertó a cabecear un centro al primer palo. Oltra aumentó la presión metiendo a Goitom por Kalu Uche, de los más flojitos del equipo. La novedad se notó inmediatamente. El tallo sueco descolocó a la defensa atlética, que se abrió y le permitió rematar de cabeza un centro en el que De Gea estaba vendido.
Los minutos siguientes dejaron un escenario apocalíptico en el que las defensas no existían y del que el Atlético casi sacó tajada. Primero Godín remató al palo un pase de la muerte de Agüero, ayer mucho más entonado que Forlán. A continuación El Kun se sacó de la chistera un remate a pase de Tiago con muy mala uva que se fue fuera por un palmo. Pero no cambió nada, salvo que el Atlético alargó a cinco los partidos sin perder -dos triunfos y tres empates-, su mejor racha de la temporada. También sigue sin ganar en Almería. Un mal menor cuando pudo perder.
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