La nueva coalición irlandesa acuerda suavizar el ajuste fiscal
Fine Gael y laboristas retrasan un año el plan de recorte
El Fine Gael (centro-derecha) y el Partido Laborista (centro-izquierda) acordaron en la madrugada del domingo formar un "Gobierno de recuperación nacional" en Irlanda para afrontar lo que definieron como "las horas más negras en la historia de nuestro Estado independiente". Tras forzar el desplome del tradicionalmente hegemónico Fianna Fáil, los vencedores de las elecciones del 25 de marzo sometieron ayer a sus bases un programa de Gobierno que mantiene la dureza del ajuste este año, pero lo suaviza a medio plazo al retrasar de 2014 a 2015 el objetivo de reducir el déficit público al 3%.
El líder del Fine Gael y futuro taoiseach (primer ministro), Enda Kenny, y el líder laborista, Eamon Gilmore, consiguieron a media tarde el apoyo de sus bases al acuerdo de coalición, aunque se dejaron oír voces contrarias especialmente en el debate que mantuvieron más de 1.000 simpatizantes laboristas.
En el programa de Gobierno destaca la voluntad de ambos partidos de renegociar los términos del paquete de rescate negociado el año pasado por Irlanda con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Pero, detrás de la potente retórica nacionalista, en sustancia solo se esconde la petición de que se ajusten a la baja los tipos de interés a los que el país paga el dinero que le llega de las instituciones internacionales. Y ofrecen el argumento de que el ahorro de dinero público del que se beneficiaría Irlanda podrá ser destinado a generar empleo.
Recorte del gasto político
Los dos partidos, que ya gobernaron en coalición cuatro veces en el pasado a pesar de sus posiciones ideológicas divergentes, se han puesto de acuerdo también en una plataforma de reforma política en la que destaca la propuesta de que los irlandeses voten en referéndum una propuesta para eliminar el Senado. En esa misma línea de recorte del gasto que genera el aparato político, pero con menos precisión sobre las medidas a tomar, se proponen estudiar un recorte del número de diputados que componen el Dáil o Cámara baja, la reducción de los salarios de los diputados, sus gastos y sus pensiones.
Pero es la economía lo que conforma la columna vertebral del programa de Gobierno. Ambas partes han hecho concesiones respecto a sus programas electorales. Habrá un recorte adicional de 3.000 millones de gasto público en 2012, pero no los 9.000 millones que quería el Fine Gael. El saneamiento de las cuentas no se basará en un equilibrio entre subidas de impuestos y recorte de gasto. Y se recortarán entre 23.000 y 28.000 empleos públicos en tres años mediante bajas voluntarias.
El Ministerio de Finanzas se desgajará en dos: un ministerio encargado del presupuesto y los impuestos y otro que controlará la reforma de los servicios públicos y la evolución del gasto. Los dos ministros, junto a otros dos -uno de cada partido- formarán un consejo económico que actuará de hecho como un superministerio dentro del Gabinete y que tendrá poder supremo sobre la política económica y que no tendrá que responder ni siquiera ante el primer ministro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.