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Reportaje:

Una metáfora de la mirada

Marina Núnez reflexiona en una muestra en Bilbao sobre vista e identidad

En la escena más recordada de Un perro andaluz, el mítico filme que Luis Buñuel dirigió en 1929, un hombre corta con una navaja el ojo de una muchacha mientras una nube cruza por delante de la Luna. Con esta imagen, el realizador trataba de representar el surgimiento de algo nuevo y totalmente desconocido.

La artista Marina Núnez, quien hoy presenta en la Sala Rekalde de Bilbao la exposición Tapar para ver o el ojo vago, y el comisario de la misma, Iñaki Álvarez, maravillados por el simbolismo de esta secuencia, han decidido llevar esta pasión por el ojo como elemento constructor de la identidad a ese centro cultural.

Nada más entrar, en una de las salas se proyecta la película de Buñuel. "Intentamos presentar una selección que ejemplifique cómo se configura la identidad a través de la vista", apunta Álvarez. Junto a ella, se proyecta un vídeo de Núñez que muestra un ojo lleno de pupilas abriéndose y otros dos encerrados en una cueva que se asemeja a un útero. Ambos representan la voluntad de situar la vista como sentido crucial al configurar la personalidad.

"La locura es simplemente una cuestión de grado", asegura la autora

"El sujeto no es solo conciencia", resalta Núñez, mientras recorre las fotografías, vídeos, muchos de ellos en 3D, y pinturas que integran la muestra, abierta hasta el próximo 15 de mayo. Aficionada a la ciencia ficción -el libro de Greg Bear Música en la sangre ha sido uno de los que más le ha inspirado-, la autora se detiene frente a tres imágenes que muestran a otras tantas mujeres desnudas tenidas sobre un devastado terreno, en el que sólo quedan unos matojos de hierba seca.

Sobre el cuerpo de estas mujeres, cuya mirada expresa, según Núnez, "tristeza, desafío, pero también esperanza", comienza a brotar un nuevo terreno. "El ser humano es múltiple, metamórfico, cambia constantemente", añade la artista.

Con similar intención, un vídeo presenta cientos de probetas con seres humanos en fase de descomposición en su interior. "Aunque parezca desolador, al final del vídeo uno de los ojos se abre, mostrando el comienzo de algo nuevo", señala Núñez. "La nueva visión surge con esfuerzo".

La influencia del surrealismo en la autora, quien cree en "un mundo misterioso y desconocido situado más allá del pensamiento consciente", se plasma en dos cuadros que muestran a un hombre enseñando su dentadura y a una mujer gritando. "La locura no es algo ajeno a ninguno de nosotros. La locura, simplemente, es una cuestión de grado", asegura Núñez.

La antológica va repasando su trabajo desde sus primeras piezas, datadas en 1993, hasta las más actuales. El vídeo Desintegración, que se presenta en la parte final de la exposición, ha sido creado expresamente para Tapar para ver o el ojo vago. En él, un ojo humano comienza a deformarse, adquiriendo angulosas formas. Después de unos segundos, explota, y de su interior surgen otros miles de ojos. "No existe una sola mirada", concluye Núñez.

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