Valencia convoca a la fiesta fallera
Superando todas las previsiones meteorológicas, que alertaban de lluvia y frío invernal, Valencia se lanzó ayer a la calle para celebrar la invitación oficial a las fiestas falleras, la Crida.
Con unas Torres de Serranos generosamente iluminadas, la fallera mayor de Valencia, Laura Caballero, recibió las llaves de la ciudad de manos de la alcaldesa Rita Barberá, quien, con un serio semblante, hizo el llamamiento a visitar la ciudad en fiestas. Así, entregó la llave y "la voz de la tradición" a una Laura Caballero que no olvidó a nadie en su intervención. Con tono sereno, más perjudicado por el frío que por los nervios, la fallera mayor hizo un especial llamamiento a los niños, en nombre de la fallera infantil de Valencia, Carmen Monzonís. "Aprender a mirar los monumentos y a compartir las fiestas", les reclamó.
La proclama de Laura Caballero fue una invitación a los falleros a que abran puertas y ventanas, a abrir calles y casas, a "sonreír ante cualquier ninot" para que la "música, la pólvora y la fiesta inunde vuestras vidas".
Además describió la semana fallera como un tiempo en el que la "sátira y la crítica se apoderan de Valencia" e hizo referencia a la misma como unas fiestas "Patrimonio Cultural de la Humanidad", haciéndose eco del acuerdo del Ayuntamiento de Valencia que, hace un mes, aprobó iniciar el procedimiento para que la fiesta de las fallas sea reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La solicitud y las gestiones serán tramitadas por la Junta Central Fallera ante la Unesco.
Al margen del ambiente, el corte de calles y el desvío del tráfico en los alrededores de las Torres de Serrano y de la Plaza del Ayuntamiento, hizo evidente la cercanía de unas fiestas que ayer marcaron su inicio, bien temprano, con la ofrenda a la patrona de los pirotécnicos, Santa Bárbara, en la que las Falleras Mayores de Valencia y sus Cortes de Honor pidieron por los profesionales de la pólvora y por la máxima seguridad durante la próxima semana fallera.
Después, más de 1.800 personas, según las acreditaciones concedidas por la Junta Central Fallera, despertaron a la ciudad con 45.000 truenos, desde la calle de la Paz hasta la plaza del Ayuntamiento. Y las nubes se fueron desvaneciendo y, finalmente, no lograron restar protagonismo a la primera mascletà de las fiestas falleras, la disparada por Pirotecnia Valenciana, mediante técnicas tradicionales y con un plus de color. A partir del día 9 la afección será más que evidente, con el corte de 400 calles.
