El alcalde de Tui pretende dejar el cargo a un directivo de su grupo inmobiliario

La renovación y reintegración al PP de los grupos independientes que promueve Rafael Louzán, presidente provincial del partido en Pontevedra, se atascan en Tui y Tomiño. Los resultados de ambos ayuntamientos en las elecciones de mayo pueden ser determinantes para su continuidad como presidente de la Diputación, pero en Tui el PP ni siquiera tiene aún candidato.

Louzán apuesta públicamente por la continuidad del actual alcalde, Antonio Feliciano Fernández Rocha, que a su vez ha reiterado su deseo de retirarse para ganar más vida privada pero dejando el testigo a Moisés Rodríguez, su yerno de hecho, segundo de su Gobierno (concejal de Facenda e Cultura) y, como economista, directivo del grupo inmobiliario que administra su hijo, José Luis Fernández Estévez, y en el que el regidor figura como apoderado. En la junta local del partido, sin embargo, no gusta la candidatura de Rodríguez, se le considera "blando", y ya han amagado con presentar una alternativa que pondría a Louzán en un brete. Eso explica un motivo del atasco.

Además, la candidatura de Rocha o de su yerno bloquean la posibilidad de ningún acuerdo de integración de Alternativa Tudense, el grupo que lidera el exalcalde Miguel Ángel Capón Rey, ahora con cuatro concejales. Capón fue desalojado de la alcaldía en 1998 mediante una moción de censura de Rocha, desde el mismo grupo popular, y esas cosas no se olvidan fácilmente. "No habrá integración en el PP mientras estén Rocha y Rodríguez", proclama Capón.

Juan Manuel Diz Guedes, líder de Tudenses Unidos, el otro grupo local de independientes (ahora con dos concejales), decidirá la próxima semana si vuelve a presentarse a las elecciones o si se retira. Pero ayer no escondió su malestar con Louzán. El presidente provincial exponía esta semana la "ejemplar" integración en el PP de los independientes de Tui y Tomiño. "Y a nosotros, ni nos ha llamado para hablar", se quejó Diz. Para mayor desdicha, en mayo concurrirá a las elecciones otro partido "de centro liberal", Converxencia XXI, que también puede morder votos del PP.

En Tomiño Louzán sí ha conseguido imponer sus propósitos, pero solo parcialmente. Jesús Castiñeira, líder de Centristas de Tomiño -que gobierna con BNG y PSOE-, expresaba la misma queja que Diz Guedes: "Nos ha mandado algún recado de que tenemos que negociar y ya veremos si nos sentamos cuando nos lo propongan". Aquí el único éxito de Louzán remite a la reintegración al PP de Alternativa Tomiñesa (AT) y a la proclamación sorprendente de su candidato, Manuel Roberto Martínez Domínguez, titular de una agencia de seguros y, como tal, con el perfil de "profesional liberal y ajeno a la política" que el presidente buscaba. Pero en su nominación hay más miga.

Martínez se reconoció en su presentación pública "novato" en política y prometió trabajar "con honradez" como si esto fuera un plus. Representa a los acreedores de Construcciones Marbar, la empresa fundada por Manuel Martínez Barros, que huyó hace tres años tras despedir a toda su plantilla, vender la maquinaria al peso y dejar un rastro de deudas sin saldar. Antes, para las elecciones de 2007, Martínez Barros patrocinó con otros constructores -algunos, luego, acreedores suyos- la escisión de AT, partido del ladrillo, por el rigor del PP en el desarrollo del plan general de urbanismo. Consiguió dos concejales.

AT vuelve al PP imponiendo el cartel de este otro Martínez. La junta local ya había proclamado la candidatura de César Pérez Ares, delegado de Educación en Pontevedra, que acata con disciplina el nombramiento de Martínez. En el vecindario sorprende tanto el repentino interés de este en dedicarse al Ayuntamiento -nunca mostró la menor afición por la política- como la capacidad de seducción de Louzán: así reciba su acta de concejal, Martínez tendrá que renunciar a contratos de seguros del Ayuntamiento que le reportan casi 40.000 euros anuales.