Luar na Lubre, la fuerza del destino
El año 1991 estaba consumiendo sus últimos alientos cuando la fuerza del destino hizo que compartiera con Luar na Lubre una noche mágica de noviembre, y no precisamente bajo el resplandor de la luna en un bosque sagrado, sino con el viento soliviantado y una pertinaz lluvia enmarcando la visión de las encrespadas olas de la ensenada de Riazor. Un encuentro que marcó el comienzo de la escalada de este grupo hacia la cima del éxito donde hoy se asientan gracias a una trayectoria encomiable que afrontaron, con puntuales cambios en su formación, y una ideología musical que ha logrado crear un sonido personal reconocible en las amplias estepas del folk internacional donde su arte es apreciado.
El destino quiso que me llegara el encargo de organizar una jam session privada con un grupo de folk para que Mike Oldfield escuchara la percusión gallega, por la que estaba muy interesado ante la grabación de Tubular Bells II. Pasaría unos días en Galicia junto a Rosa, su novia de entonces, de Cambre. Para cumplir el sorprendente encargo, inicio el contacto con tres grupos de folk, que, por diferentes motivos, no están disponibles para la fecha señalada. A punto de tirar la toalla, la fuerza del destino juega sus cartas y me dirige hacia un grupo de A Coruña, formado en 1986, al rebufo de la segunda oleada de la música celta. Su nombre, Luar na Lubre, que por entonces tenía dos discos grabados O son do ar (1988) y Beira atlántica (1990). Contacto con ellos que, incrédulos, aceptan, presentándose el 14 de noviembre en el Playa Club, a las 9 de la noche, con los pertrechos dispuestos para deleitar a Oldfield quien, junto a Rosa y el productor Tom Newman, llegó tras pasar una jornada disfrutando de la panorámica del Monte Pindo, el Olimpo celta.
Las presentaciones de rigor dieron paso a la reunión musical y el destino, tenaz, vuelve a llamar a la puerta. Cuando Mike escuchaba interesado la música de Luar na Lubre, Rosa le comenta que era el mismo grupo que habían oído en una cassette que ella le había regalado en Londres. El interés de Oldfield se acrecienta y pide permiso para subir al escenario y tocar el pandero como un componente más del grupo. La jam termina y con consentimiento de Olfield empieza la after jam, con picoteo y cervezas, hasta que la madrugada naciente se echó encima.
Cuando la repercusión de aquella cordial jam sessión parecía quedar en agua de borrajas, en 1996, el músico británico incluye una adaptación del tema O son do ar en su álbum Voyager. Un hecho que puso a Luar na Lubre en los escalones del éxito con un reconocimiento internacional determinante para su propuesta artística que aumentó cuando Oldfield los incluyó como invitados en su gira Then & Now por varias ciudades españolas. Desde entonces, hacia arriba, escalando peldaños, disco a disco, concierto a concierto, como embajadores de la música folk gallega en todo el mundo, por donde viajan con sus ancestros musicales a cuestas, y una sencillez natural -esa que invoca al instinto, intuición y al discernimiento para crear con esencia y sentimientos de empatía- forjada en el trabajo colectivo y en el trato humano, que se exterioriza musicalmente en una obra con calidad, seducción, talento, intensidad emocional y solidez instrumental. Y todo porque la fuerza del destino así lo quiso.
Peldaños
- 1986 nace Luar na lubre en A Coruña. En 1992 conocen a Mike Oldfield y este hace con ellos una versión de O son do ar, título de su primer disco en 1988 .
- Vendidas más de 300.000 copias de sus trabajos. Plenilunio y Cabo do mundo, discos de oro consecutivos.
- Nueve premios concedidos por la SGAE y por la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música. Premio de Audiovisuais galegas Mestre Mateo por su vídeo Un bosque de músicas. Dos premios por el mejor álbum de música tradicional a Camiños da fin da terra y Ao vivo.
- Ignacio Vilar dirige una película sobre el grupo en 2004. Las cantantes que los acompañaron fueron Ana Espinosa y Rosa Cedrón. Desde 2005 su vocalista femenina es la lisboeta Sara Vidal.
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