El lujo sostenible de Trías

La moda no es solo dedal y aguja. Ahora algunas revoluciones se cocinan en los laboratorios de tejidos, y cuando un periodista recibe la hoja informativa que cada diseñador reparte previa a cada desfile, aparecen conceptos siglo XXI como "tejidos tecnológicos japoneses". El pasado martes el español Joaquín Trías presentó Definición, su cuarta colección en la Semana de la Moda de Nueva York. Optó por no hacer un desfile sino colocar a sus modelos como maniquíes en una sala a la que público, prensa e industria pudo acceder durante una hora. "Quería que todos pudieran ver con calma la colección. Ya que el mensaje que queríamos lanzar es el de definición, quería que todos pudieran estar a escasos centímetros de cada prenda" explicaba el propio diseñador.

"El mensaje que queremos lanzar es el de 'definición", explica el creador

Lejos del glamour de las modelos balanceándose seductoras sobre tacones imposibles al ritmo de músicas vibrantes en una suerte de competitivo espectáculo, las 18 mujeres-maniquíes-estáticas de Trías carecían del carácter embriagador que impregna un desfile pero, efectivamente, ayudaban a acercar ese mensaje que este diseñador criado en talleres de patronaje quiere lanzar: construir lujo sostenible mediante la combinación de materiales y texturas, que en este caso incluyen tejidos milagrosos que harán que el vino, al caer, resbale y no deje huella.

Él mismo mostraba orgulloso esos materiales en los que su equipo lleva trabajando desde su primera colección y que ha combinado con lanas esponjosas y delicadas sedas italianas en prendas de cuellos amplios, caídas rectas y colores neutros. "La mujer busca lujo a la vez que comodidad pero también avances tecnológicos: tejidos que respiran, que evitan las radiaciones solares, que no se manchan...". La colección también busca que esos tejidos se moldeen como un guante sobre el cuerpo de la mujer, favoreciendo la funcionalidad y la comodidad. Lejos han quedado esas formas geométricamente estridentes y de aire futurista de su primera incursión en las pasarelas, vistosas sobre un escenario pero imposibles sobre un cuerpo humano. Trías ha humanizado sus diseños y los ha acercado a la realidad.

Nieto de la condesa Frida Trías, musa de Balenciaga, escogió Nueva York para debutar hace año y medio y ha conseguido introducir sus líneas no sólo en la Gran Manzana sino también en Los Ángeles, Houston, Berlín, París y Barcelona. Pese a ser un diseñador novel, que además se atrevió a entrar en el duro mercado neoyorquino sin los apoyos económicos gubernamentales que reciben otros diseñadores españoles, Trías ha cosechado buenas críticas y parece haber demostrado ser lo que anunciaba él mismo hace dos años, "un diseñador nato".