Tras la estela de 'Pocoyó'
La industria de la animación busca financiación en el mercado internacional
Televisión Española vuelve a poner sus ojos -y sus recursos- en el sector de la animación. La cadena pública participará con cuatro millones de euros en la financiación de cuatro series, seleccionadas entre 72 proyectos. El sector aplaude el viraje. "TVE ha establecido fondos para coproducir con empresas españolas, cosa que no había ocurrido desde hace años", mantiene Sergi Reitg, primer ejecutivo de Imira Entertainment, creadora de Lucky y Fred, vendida a 150 países
Para el sector de la animación, la participación de TVE representa un espaldarazo a una industria que sobrevive gracias a las ventas en el extranjero. España es -tras Reino Unido y Francia- el tercer país exportador de la UE y el séptimo del mundo. Entre un 50% y un 80% de la facturación de las compañías que saltan las fronteras procede del mercado foráneo.
TVE invertirá cuatro millones de euros en otros tantos proyectos
La animación ha salido reforzada con la TDT. Hay más clientes en liza y eso mejora la competitividad. En conjunto, los canales infantiles y juveniles (Clan TVE, Disney Channel, Neox, Boing, Nickelodeon, Cartoon...) superan en audiencia a Telecinco, subraya Carlos Biern, vicepresidente ejecutivo de BRB Internacional, una de las compañías punteras: 40 años de actividad que han generado series como Ruy, el pequeño Cid; David, el gnomo o Teo.
Pese a todo, las productoras se quejan de que las obras nacionales suelen ser relegadas a franjas de poca audiencia en beneficio de las fabricadas en Japón o Estados Unidos (Bob esponja, de Nickelodeon, es la más vista). Reitg lamenta que las televisiones no apuesten por marcas españolas. El mundialmente conocido Pocoyó fue propulsado a la fama por una juguetera japonesa y una cadena británica.
TVE aportará el 10% de la financiación de las cuatro series pactadas. El resto llegará de los mercados internacionales. Escaparates como el Kidscreen Summit de Nueva York, que se celebra a mediados de febrero, sirven para atraer capital. Por primera vez, el Instituto de Comercio Exterior (Icex) acude a este foro cobijando a una docena de productoras. El reto ahora es explorar el campo de los contenidos digitales e interactivos para los portales de Internet o para los nuevos dispositivos como el iPhone, el iPad o las videoconsolas en 3D, afirma Juan Carlos Márquez, que impulsa el área audiovisual en el Icex.
Para mantener viva la industria, saltar las fronteras es una baza clave. "No se entiende hacer una serie solo para un país. Es un producto muy exportable y necesitamos socios internacionales", dice Reitg, que sitúa el coste de una serie entre los cinco y los siete millones de euros. A pesar de la crisis, 2010 ha sido un año especialmente fértil para el negocio español: Pocoyó (de Zinkia), Suckers (BRB), Lucky y Fred (Irima) y Jelly Jam (Vodka Capital) han triunfado por todo lo alto en Estados Unidos de la mano de las majors, grandes operadores y distribuidores como Disney o Cartoon Network. Además, Planet 51 estuvo a un paso de optar al Oscar.
Ahora que la industria vira hacia el mundo online, Carlos Biern considera necesario crear "personajes y narrativas nuevos" que puedan ser trasladados a otros sectores no vinculados a la televisión (aplicaciones interactivas, videojuegos, teléfonos móviles, tabletas electrónicas) y explorar la producción en formato estereoscópico. "Hacemos contenidos en 3D más baratos y eso nos abre muchas puertas", apunta.
El hecho de que los niños estén familiarizados con esas tecnologías a través de los videojuegos es una baza en su favor. "No sabemos si es una moda o no, pero el sector infantil y juvenil va a consumir animación en 3D. Lo que no tiene sentido es hacer un telediario en 3D", dice Biern.
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