Bardem hace de Bardem en su visita a Jay Leno

No era su primera vez pero aún así se le notaba algo nervioso. No paraba de jugar con su todavía reluciente anillo de boda. Dicho esto: bordó su aparición en el famoso programa nocturno de Jay Leno. Javier Bardem hizo de Javier Bardem.

Frente a un público entregado que incluso le apuntó una palabra en español cuando el actor se bloqueó y no era capaz de encontrarla -exhibicionista era la palabra, cómo se llegó a ella no viene al caso-. Objeto de deseo últimamente más cotizado por su reciente paternidad junto a Penélope Cruz, Bardem pasó educadamente, como también lo hizo el propio Leno, por ese tema y solo se limitó a decir que todo iba "perfectamente".

El ganador de un Oscar como Mejor actor secundario por la película No es país para viejos ocupó la segunda parte del programa de Leno en la cadena NBC con motivo de su nueva nominación: en este caso, como Mejor actor por su trabajo en Biutiful, del mexicano Alejandro González Iñárritu. En esta película interpreta a un padre de familia enfermo terminal de cáncer, con el telón de fondo de una Barcelona muy distinta a la que filmó con Woody Allen en Vicky Cristina Barcelona.

"deberías llamarle oscar", le dijo el presentador estrella refiriéndose a su hijo

"Enero es un buen mes para ti", le dijo Leno, en alusión a su candidatura para recibir otra dorada estatuilla y al nacimiento de su hijo varón. "Deberías de llamarle Oscar", recomendó el humorista. No hubo respuesta. Bardem sonrió, se acomodó la chaqueta y se movió incómodo en el sillón. Pero salvó la situación y a otra cosa.

"Es un honor estar nominado por una actuación en español", declaró Javier Bardem, quien bromeó a continuación sobre su incapacidad para manejarse con fluidez no solo en inglés sino también en la propia lengua de Cervantes.

No era cierto. Su paso por el plató dejó una sonrisa en la cara de quien lo vio. Allí estaba la encarnación del éxito, el hombre sexy que sin embargo decía que era como "un mono" y que su cara se parecía a la de "un gorila" después de que le rompieran la nariz en una pelea de adolescentes. El actor español confesaba que en la ciudad de Los Ángeles ni conduce ni le gustan los coches. Y se lo decía a Jay Leno, quien tiene una impresionante colección de automóviles.

A Bardem se le preguntó sobre si ya estaba preparando un discurso por si finalmente su nombre es el que se aclama el domingo 27 de febrero. Entonces el actor dijo que la última vez que subió a recoger el Oscar siguió los consejos de Jack Nicholson: "No pronuncies nombres, no te emociones y dedícaselo a tu madre". Así fue. "Es lo que hice y lo bordé", dijo Javier Bardem.

"Buena suerte con el Oscar, amigo mío", finalizó Leno, satisfecho con la entrevista, con aspecto de haber pasado un buen rato, y honestamente impresionado por el papel de Bardem en Biutiful.

Pero antes de los Oscar, Javier Bardem tiene otra cita pendiente: los Goya. Viajará a Madrid pocas horas antes de la gala del domingo en el Teatro Real. Será la primera vez que pise España tras haber sido padre y tener otra nominación a sus espaldas. De momento como él dice "no se puede pedir más".