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Tentaciones
CINE

Arrepentíos ante Satán

"Dejadme que me presente, soy un hombre adinerado y con gusto", cantaban los Stones a cuenta de Lucifer. No fueron los únicos: Johnny Cash, Willie Nelson, Chuck Berry o Elvis Presley también le presentaron sus respetos; y alguno, por descontado, le vendió el alma. En el siglo XX, el demonio hasta caía simpático: había tipos en las esquinas con carteles donde ponía "arrepiéntete, el fin del mundo está cerca", y todo lo que rodeaba al chivo era mitología, terror y mucha empatía. Eso fue antes. Ahora toca algo distinto. El diablo popero ha dejado paso a uno que nunca sonríe y que no va de sardónico: un malo más apropiado para los tiempos que corren.

Abre fuego el demonio de La trampa del mal, la última producción de M. Night Shyamalan, que se estrena hoy en España. Cinco personas se quedan encerradas en un ascensor y una de ellas no es lo que parece. Aunque no tenga cuernos ni vista de rojo rubí, su rol sigue siendo el mismo: llevarse un puñado de almas. ¿Aterrador? A veces.

Por primera vez en la historia, el Vaticano colaborará con un canal de televisión

El alud de proyectos demoniacos que le ponen cara y ojos al ángel caído —y ya, de paso, tratan de darle un halo de seriedad— empezó con un reciente anuncio de Alliance Films. La distribuidora, una de las más importantes al otro lado del Atlántico, llevará a los cines el documental Satan, una pieza que repasará la trayectoria del maligno desde sus inicios, pasando por sus mejores épocas (la Edad Media, Europa en la Segunda Guerra Mundial), la cultura pop de finales del siglo XX y hasta hoy; haciendo hincapié en su identificación con el mal puro, el anarquismo o la libertad absoluta, según convenga. El proyecto, aún en pañales, está levantando inusitada expectación. Sus directores, Scot McFadyen y Sam Dunn, más conocidos por ser los cronistas oficiales del heavy metal (ahora con serie propia en la cadena VH1, Metal evolution: the series), prometen caña de la buena.

Acto seguido, Discovery Channel anunció su propio proyecto: Exorcists, una serie documental con biografías en clave de ficción de los exorcistas más influyentes de la historia de la Iglesia católica (otros lo califican de "reality show con exorcismos reales"). El canal emitió una nota en la que afirmaba que "por primera vez en la historia, el propio Vaticano colaborará de forma oficial con un canal de televisión". No habían pasado ni 48 horas cuando desde Roma llegaba el desmentido (algo sui géneris, todo sea dicho): "Puede que este canal haya contactado con algunas personas en concreto, pero a nosotros no nos ha contactado nadie de Discovery", decía monseñor Paul Tighe, de la Agencia Vaticana de Comunicaciones, negando sin negar nada, como todo buen político.

En unas semanas llegará la cuarta pata del asunto: The rite, basada en la experiencia real del exorcista californiano Gary Thomas, que protagoniza Anthony Hopkins y está llena de licencias poéticas para alimentar el terror a este Satán hiperrealista. Ese empeñado en llevar la contraria a Baudelaire cuando dijo eso de que "el Diablo ha convencido al mundo de que nunca ha existido".

<b>Anthony Hopkins en el papel del exorcista real Gary Thomas en <i>The rite.</i></b>
Anthony Hopkins en el papel del exorcista real Gary Thomas en The rite.
<b>los cinco pecadores atrapados en un ascensor a quienes el diablo encarnado acude a castigar en <i>La trampa del mal</i> <i>(Devil,</i> en su título original), producida por Shyamalan.</b>
los cinco pecadores atrapados en un ascensor a quienes el diablo encarnado acude a castigar en La trampa del mal (Devil, en su título original), producida por Shyamalan.

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