Victoria Civera sueña la mujer

En las creaciones de Victoria Civera (Puerto de Sagunto, 1955) siempre hay una presencia, una esencia femenina. Tanto en sus pequeñas pinturas, como en sus cuadros circulares o en sus objetos-instalaciones. "Es lógico, soy mujer, y por ser mujer me sale de forma muy natural en la manera de tocar los materiales", explicaba ayer Civera en el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) durante la presentación de la exposición Sueños inclinados, una selección de trabajos de los últimos 20 años de la artista. Una muestra que pretende ser un viaje onírico a través de sus creaciones, que resumen su manera de trabajar el arte. "Lo busco deseando encontrar algo, pero de una manera descuidada, como un juego, como un niño".

Una exposición que es un cruce de sueños y realidades y que arranca con una obra que da título a la exposición, una especie de cama de superficies inclinadas que incita a la ensoñación. Y de ahí el visitante pasa a ver obras como las mujeres-zapato de tacón tituladas Hermanas españolas -"homenaje al mundo de la mujer, al sexo femenino y a la sangre, aquello que nos es común histórica y biológicamente"- o Gallinero, el caótico habitáculo que ya sorprendió hace 16 años en el Museo Reina Sofía.