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Reportaje:Empresas & sectores

Sobrevivir en un mundo sin cartas

Correos trata, con su nuevo plan estratégico, de hacer frente a los mayores desafíos de su historia y asegurar la supervivencia del Servicio Postal Universal

Correos, que nació en su día para gestionar el envío y reparto de correspondencia, trata hoy de buscar su hueco en un mundo, el del siglo XXI, en el que la gente ha dejado casi de escribir cartas. Si todas las empresas se enfrentan continuamente a desafíos insuperables, los de Correos son de aúpa. Por si no le bastara su adaptación a un duro proceso de liberalización, común a toda Europa, que se inició en 1997 con la primera directiva postal, y culmina este año, la empresa española se está enfrentando estos últimos años al reto de las comunicaciones electrónicas, tan serio que puede invalidar la base de su negocio.

La situación, que ha afectado la marcha de Correos a lo largo de la década, se ha agravado, debido a un tercer factor -la crisis general de la economía- estos últimos años. "Solo en los últimos tres años", explica Alberto Lafuente Felez, presidente de Correos, "los envíos postales cayeron más de un 20%". El peor año fue 2009, con un descenso brutal del 9,6%. Como era de esperar, las performances financieras se han resentido. Después de unos años de bajo crecimiento, en los que la facturación de Correos, pese a las dificultades, aumentaba un 22% entre 2003 y 2008 (de 1.748 a 2.141 millones de euros), llegaron los años verdaderamente malos: entre 2008 y 2010, la cifra de negocios descendió un 9,3%, de 2.141 a 1.942 millones. A efectos de lo cual también los resultados acabaron desplomándose, desde los 239,3 millones de euros de beneficios de 2005 a las pérdidas de 5,2 millones de euros en 2009.

Las comunicaciones electrónicas ponen en riesgo su actividad tradicional
En los últimos tres años los envíos postales han caído más de un 20%"
La nueva estrategia prima las actividades dirigidas al mercado empresarial
Apuesta también por un servicio de paquetería ligado al comercio electrónico

Así que, para ponerle coto a esos números rojos y asegurar el Servicio Postal Universal (al que tienen derecho los ciudadanos), la empresa ha iniciado un nuevo plan estratégico, el 2011-2014, enfocado sobre dos objetivos: defender sus posiciones en el área de negocios convencional y expandir su presencia en un conjunto de nuevas actividades como la paquetería o el marketing directo, todo ello con el fin de ampliar su presencia en un mercado, el postal, que supone en España un total de 8.200 millones de euros. Toda una misión, teniendo en cuenta que la empresa tendrá que mantener -y aumentar- sus niveles de calidad y eficiencia, potenciar nuevos servicios, hacer nuevas inversiones (126 millones en 2011), todo ello sin incurrir en pérdidas y en un escenario difícil en el que se prevén más pérdidas de tráfico postal derivadas del uso de Internet y de la expansión de la competencia privada.

La fecha del nuevo plan estratégico no es casual. "El proceso de liberalización del sector", explica Lafuente, "culminó el 1 de enero con la entrada en vigor de la libre competencia en todos los segmentos del servicio postal". Ese día Correos perdió los últimos servicios reservados, los giros y las cartas interurbanas e internacionales hasta 50 gramos, un segmento en el que ahora podrán entrar los privados y que le suponía a la empresa estatal 988 millones de euros de ingresos.

El meollo del plan pasa por reimpulsar unas actividades, enfocadas al mercado empresarial, que se han iniciado hace años, pero que hasta ahora han seguido siendo minoritarias en Correos. "Buscamos mantener", explica Lafuente, "nuestras posiciones en el mercado tradicional y ampliarlas en los nuevos segmentos". Unos nichos en los que Correos hasta ahora no ha logrado los resultados que esperaba. Chronoexpress, la filial de paquetería, facturó en 2009 unos 132,5 millones de euros (6,4% del total de Correos), un 8% menos que en 2008, con unas pérdidas de 4,7 millones de euros. Y Correo Híbrido, ahora Nexea, la filial de comunicaciones empresariales, facturó, a su vez, 12,8 millones, un 2,5% menos que el año anterior, con unas pérdidas de 700.000 euros.

Pese a lo dicho, la empresa está decidida a aprovechar sus puntos fuertes para ampliar su posición en paquetería, sobre todo en las entregas ligadas al comercio electrónico, un sector en franca expansión en España y que pesa ya en su conjunto cerca de 4.000 millones de euros al año en ingresos. Parte de una buena base ya que, según apunta su presidente, "sumando la cuota de Chronoexpress y Correos, tenemos el 8% del mercado". Para ampliar su visibilidad y potencia de marca en el sector, Correos ha venido apoyando toda una serie de actividades, desde conferencias a seminarios. La empresa se considera excelentemente preparada para ofrecer un servicio de primera calidad: cuenta con una infraestructura única, 9.800 puntos de atención al público, 2.250 oficinas multiservicio, 14.000 vehículos y 64.000 empleados, "capaces", dicen, "de hacer llegar los envíos hasta el último rincón". Lafuente tiene muchas esperanzas puestas en este segmento, ya que, apunta, "va a crecer mucho con la incorporación de las empresas de moda al comercio electrónico".

La empresa está determinada a utilizar a tope todo el menú tecnológico disponible para ampliar su base de servicios y clientes. Otro segmento con futuro y en el que pueden explotar sus habilidades tecnológicas es el llamado correo híbrido, en el que actúa a través de Nexea, básicamente para grandes empresas. Se trata de una modalidad que consiste en procesar los mensajes (facturas, recibos, extractos bancarios, publicidad...) recibidos de las empresas, procesarlos, imprimirlos, ensobrarlos y luego distribuirlos.

Correos inauguró en agosto unas nuevas instalaciones de correo híbrido en Coslada (Madrid), con 5.000 metros cuadrados y en la que se invirtieron 16 millones de euros, buena parte de ellos en equipamientos como impresoras, ensobradoras, máquinas plegadoras y cortadoras. El centro, que podrá producir durante 24 horas sin parar, tiene capacidad para gestionar 300 millones de mensajes ensobrados al año.

También se espera crecimiento del marketing directo que, dice Lafuente, "ha evolucionado del buzoneo a la entrega de ofertas comerciales personalizadas". Otra área que está creciendo es la del cobro de recibos en sus 2.300 oficinas postales, un servicio prestado a 22 empresas -Endesa, Telefónica, Mapfre...-, y que creció casi un 30% en el primer semestre de 2010. En esos 180 días, la empresa cobró en sus oficinas nada menos que 7,1 millones de recibos, más de 45.000 al día. Se trata de poner en valor, con todas estas iniciativas, una de las mayores redes de oficinas existentes en España, abiertas muchas de ellas en horario ininterrumpido, desde las 8.30 a las 20.30.

En todas estas actividades, enfocadas a empresas, Correos trata no solo de ser un prestador sino también un asesor de sus clientes. "Somos más que una empresa que reparte sobres", asegura Correos. "Buscamos también diseñar y ofrecer soluciones integrales a los clientes". Todo esto, al final, para poder garantizar la viabilidad de la empresa y de lo que se conoce como Servicio Postal Universal (en el que Correos ingresa unos 1.500 millones de euros, el 75% de su facturación) y para la empresa ha sido designada para su prestación por el Gobierno por un plazo de 15 años. "Nuestro objetivo, con el plan estratégico", añade Lafuente, "es lograr, además, que todo esto se haga sin incurrir en pérdidas, algo que hicimos en 2010. Pese a que se esperaban números rojos abultados, al final cerramos el año con solo 900.000 euros de resultado negativo. Si seguimos así lograremos asegurar el futuro de la empresa". -

Empleados de Correos trabajan en el Centro de Tratamiento Automatizado de Vallecas (Madrid).
Empleados de Correos trabajan en el Centro de Tratamiento Automatizado de Vallecas (Madrid).

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