No me saquen en 'Glee'

No existe una fórmula infalible para conseguir el éxito, pero Glee parece haber dado con la suya. Con el final de Perdidos, la televisión estadounidense buscaba a su sucesora en el imaginario fan, y Glee, que en España emiten Fox y Neox, llegó en el momento adecuado. Mezclando la historia de un coro de instituto formado por inadaptados sociales, con abundantes dosis de versiones de la música más comercial y una intensa campaña de promoción en Internet, a Glee ya solo le faltaba la polémica para coronarse en el olimpo de los fenómenos televisivos. En menos de dos temporadas ha conseguido tener a sus pies al público, acaparar premios y vender muchísimos discos. Pero también se ha ganado enemigos.

En poco más de tres meses, la serie ha encadenado dos polémicas bastante mediáticas. Primero fue la publicación en noviembre de unas fotos subidas de tono de los protagonistas, que interpretan a menores de edad en la serie, en la revista GQ. La segunda se ha destapado esta semana, en plena cuenta atrás de la Superbowl, el mayor escaparate televisivo y publicitario en EE UU, tras la que Glee emitirá un capítulo especial, inspirado en Thriller , de Michael Jackson. Esta segunda polémica afecta precisamente a la banda sonora de la serie. Hay artistas como Elton John, Britney Spears o Kathy Perry que se confiesan fervientes seguidores de la comedia y hacen campaña para que sus canciones se incluyan en el repertorio. Pero otros vetan la aparición de sus temas. Los últimos han sido Kings of Leon que se han enzarzado con Ryan Murphy, creador de la serie, en una espiral de descalificaciones vía Internet. Murphy llamó "estúpidos egocéntricos" a los integrantes de la banda de Nashville y el batería Nathan Followill le devolvió el insulto en Twitter , aunque ha tenido que pedir disculpas por el tono homófobo que desprendía el mensaje: "Querido Ryan Murphy, déjalo ir. Ve a un terapeuta, hazte una manicura, cómprate un sostén nuevo". Lo que no ha cambiado es la negativa del grupo a que Glee utilice sus temas.

Estos vetos, que también apoyan otros intérpretes como Bryan Adams o Slash, ex guitarrista de Guns'n'Roses, son minoría. Y es que las cifras de ventas de los discos de las versiones que se cantan en Glee son un pastel demasiado jugoso. Cada álbum copa los primeros puestos de las listas y hasta baten récords, como el que consiguieron en octubre de 2010 cuando desbancaron a los Beatles en número de canciones presentes en la lista Billboard .