Media parte de ensueño
España se luce ante Islandia y se enfrentará en semifinales a Dinamarca o a Suecia
Valero Rivera lo intuía. Desde hacía días le estaba dando vueltas a cómo iba a plantear el partido contra Islandia, que con toda seguridad iba a decidir el acceso de España a las semifinales. Junto a sus técnicos de confianza, Manolo Montoya y Fernando Barbeito, analizó los vídeos de todos los partidos de los islandeses en el Mundial. Llegó a una conclusión. España partiría de una defensa en 5-1, con Parrondo de avanzado. Después ya iría decidiendo a medida que transcurría el partido. No le hizo falta. El 5-1 resultó tan decisivo que Islandia se embarulló de tal forma en sus ataques que acabó la primera parte sabiendo que iba a perder. España llegó al descanso con 10 goles de ventaja (20-10) y concluyó con una victoria sin paliativos por 32-24.
ESPAÑA 32 - ISLANDIA 24
España: Sterbik (Hombrados), A. Entrerríos (5), Gurbindo (6), Aguinagalde (4), Parrondo (1), Juanín (4), Chema (1); Rocas (2), Maqueda, Garabaya, R. Entrerríos (6), Ugalde (1), Iker Romero, Cañellas (1) y Morros (1).
Islandia: Gustavsson (Gudmunsson), Ingimundarson (2), Atlason (1), Olafsson (), Sigurdson (3), Petersson (5), Jakobsson (1); Svavarsson (1), Palmarsson (4), Hallgrimsson, Gudjonsson (3), Stefansson (3), Gunnarson (1), Sveinsson y Kristhjansson.
Árbitros: Ljubic y Krstic, de Eslovenia.
Marcador cada cinco minutos: 3-1, 4-3, 8-5, 12-6, 16-9, 20-10 (descanso). 21-12, 23-16, 25-20, 26-21, 28-23 y 32-24.
Partido de la segunda fase. España, clasificada para las semifinales.
La exitosa defensa 5-1 permitió al equipo de Valero arriesgar más en ataque
La selección tiene garantizado como mínimo organizar el preolímpico de Londres
Era la mejor forma de entrar en las primeras semifinales de la era del técnico Valero Rivera. Con un recital de juego ante el rival teóricamente más difícil de la segunda fase y sin conocer la derrota. "El equipo va de menos a más. Y esto no ha acabado", señaló el ex entrenador del Barcelona. Ahora, España espera rival para las semifinales. Se enfrentará a Dinamarca o a Suecia, dependiendo del partido que hoy disputan estas dos selecciones. También entonces se sabrá si jugarán en Christianstad o en Malmoe. Hoy jugarán contra Hungría (18.30, Teledeporte), pero les quedan tres días para preparar el asalto a la final, con la garantía de que como mínimo podrán disputar el torneo preolímpico para Londres 2012 como anfitriones -solo el ganador del Mundial se clasifica directamente-.
El de ayer fue, sin duda, el mejor partido que ha jugado España en los últimos años. En eso coincidieron tanto los jugadores y técnicos españoles como el de Islandia, Gudmundur Gudmundson. Especialmente la primera parte ofreció 30 minutos para enmarcar, para no olvidar, una lección de balonmano para establecer las bases de cómo debería jugarse a este deporte, tantas veces maltratado por defensas excesivamente duras. El 5-1 que planteó Rivera no es ya una defensa habitual. La histórica selección de Rusia arrasaba con ella en los años ochenta. Pero el encaje de las piezas en la defensa de España no tiene parangón. No era solo la movilidad de Parrondosino también el cerrojo que mantenían sus compañeros y un Sterbik pletórico.
"Superar todo eso nos resultó muy difícil", reconoció Olafur Stefansson, ex jugador del Ciudad Real y alma de la selección islandesa. "Perdimos demasiados balones. Y España pudo realizar al menos 10 contraataques. Ahí nos ganó el partido". Islandia era un rival temible, que llegaba avalado por el bronce de Pekín -donde ganó a España en semifinales- y el del Europeo de Austria. Ese potencial, toda la envergadura de sus tiradores y de su pivote, toda la velocidad de sus extremos, quedó reducida a la nada. No pudieron con la defensa española.
La seguridad defensiva permitió arriesgar más en el ataque. Habitualmente falta de lanzamiento exterior y de recursos en la primera línea, España mostró una imagen totalmente nueva, con un Alberto Entrerríos pletórico desde los nueve y 10 metros, con un Gurbindo que explotó y marcó cinco goles con un solo error en la primera parte, y con un Raúl Entrerríos que realizó un buen trabajo como central y que también soltó su brazo. Junto a ellos, Aguinagalde mantuvo una efectividad del 100% y los extremos resolvieron en los contraataques.
Islandia perdió su equilibrio. Cada uno intentaba resolver por su cuenta. Hasta el descanso no tuvo tiempo para la reflexión. Valero ya había decidido no intervenir. "Si algo funciona no hay que tocarlo", dijo. Islandia fue entrando en el partido (28-23). "No quise pedir tiempo muerto para no dar la imagen de debilidad. Lo habría hecho solo si se hubieran colocado a cuatro goles", explicó Rivera. No le hizo falta. España siempre tuvo la victoria bajo control.
RESULTADOS: Hungría, 27; Alemania, 25. Noruega, 26; Francia, 31.
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